Disculparéis esta retrospectiva al revés, que no hace justicia con el Soterrània, pero es que el tiempo ha hecho mella en los archivos pues con su paso se han ido mermando.
Durante unos cuantos años, el Col•lectiu d’Amants de la Comunicació Alternativa, y Ràdio Mannà se promocionaron, por llamarlo de alguna forma, en la Feria Alternativa de Castellón, que organizada por el colectivo Amics de la Natura, y que forma parte de los actos que se celebran durante la Magdalena, fiestas de la ciudad de Castellón (declaradas de interés turísticos), que conmemoran la fundación de la ciudad cuando, hace más de siete siglos abandonaron las montañas y trasladaron su asentamiento al llano fértil por el privilegio que les fue otorgado por el Rey Jaume I en 1.252.
En dicha feria se dan a conocer los trabajos de artistas y artesanos, a la vez que las organizaciones no gubernamentales (grupos ecologistas, Admistía Internacional o pequeñas asociaciones como la nuestra) dan a conocer su labor. Así fue que durante los años en los que participamos, los archivos de la revista fueron desapareciendo, pues siempre en nuestro ánimo estuvo compartir con aquellas personas interesadas lo que hacíamos, y el Soterranía cumplió a la perfección esa labor, siendo muy buscado durante los años en los que salió a la calle. Me consta que Manolo Benages, miembro fundador también del Colectivo, la emisora y editor de la revista, debe tenerlos, y es ahora el momento de buscarlo, con el fin de intentar recuperar y reproducir los números que yo no encuentro.
Mientras tanto, y como son precisamente los primeros números los que se agotaron antes, he pensado invertir la salida de la revista en este espacio.
Aquí tenéis por tanto la primera parte del Soterrània nº 14. Que espero sea de vuestro agrado.
Soterrània, Quaderns de Literatura N° 14 Año 2.002
Edita: Col-Iectiu d'Amants de la
Comunicació Alternativa¬
Dibujo portada: Daniel Schallbetter (Neuquen-Argentina)
En este n° especial han colaborado:
Daniel Ahicart
Amparo Irahola Lliso (Castellón)
Luis Oliver Guasp (Castellón)
Lazaro Fernández (La Habana-Cuba)
Rosa Irene Zarzoso (Castellón)
Alejandro Pascual
Victor R. Peralta Venegas (VillaClara-Cuba)
Joan Maria Navarro i Miralles
Jorge Ignacio Nazabal Cowán (La Habana-Cuba)
Carmen Rosa Signes Urrea (Sant Joan de Moró-Castellón)
Eva Val
Juan José Vargas Camejo (Colómbia)
Juan A. Madariaga (Santiago de Cuba-Cuba)
Emestina Gladis Bionzoni (Cuba)
Carlos Garcia Núñez (Madrid)
Vicente Gasco
Manolo Benages (Castellón)
Eduardo Hemandez Paredes
Ana Rosa Gutierrez (La Habana-Cuba)
Josue de Baruc (Nules-Castellón)
Wilfredo Herrera (Ciudad de la Habana-Cuba)
Julia Lavemia i Grau (Benicarló-Castellón)
Reis Lliberós Monfort (Sant Joan de Moró-Castellón) Alexander Calvo Cejas (La Habana-Cuba)
PoJ. Martinez (Castellón)
Armando Bandeo (Santa Fe-Argentina)
EDITORIAL
Ha transcurrido un año desde la última edición de este cuaderno, hora pues de que nos encontremos de nuevo con la finalidad que siempre nos mueve en esta empresa, compartir con vosotros arte y literatura de dentro y fuera de nuestras fronteras.
Esperamos que la selección que este año ponemos a vuestra disposición os sea grata, pues nuestra finalidad es la de compartir aquello que nos gusta y dar a conocer este tipo de creaciones.
De nuevo, al igual que en la anterior edición, podréis disfrutar en este cuaderno de los dibujos provenientes de Cuba, y también de otro llegado desde Argentina.
Esta publicación, está abierto a vuestra colaboración.
Gracias por seguir apoyando nuestro proyecto.
Podéis enviamos vuestros trabajos a la siguiente dirección:
Soterrania (Quademsde Literatura) Apartado de correos 99 12080 CASTELLON
O bien emplear nuestro correo electrónico.
radiomanna@guay.com (Ya no existen ninguna de las dos direcciones)
La memoria es una platja, i jo,
el passejant que trepitjant-Ia,
amb la meva existencia,
deixa les seves petjades per al record.
La nit s'acosta i la marea puja,
i poc a poc esborra tot allò que he viscut,
i també que he somiat i quelcom que algun día vaig desitjar.
Ja és de día, les ones han deixat la vora nua;
només queden unes marques desfigurades,
poc clares. Són els records de la neva infantesa.
Paratges exotics i verges, mons nous i increibles, aventures i descobriments,
situacions excitants, ...
On són totes aquestes coses?
Són runes d'un imperi venconegut, d'un regne
que va arribar a la maduresa i es va esmicolar en trossos ...
L'únic que queda és un món ple de vestigis 'un passat que,
tal volta, mai hagués hagut d'evadir-se, d'oblidar-se,
de morir-se.
Daniel Ahicart
Las delicadas gotas de rocío,
haciendo cambiar su débil traje,
cubren su rostro y caen
inundando su entorno de bellleza.
Tras las nubes de
sin prisa alguna,
le da djyersos tonos al ropaje
dejando atrás la oscuridad nocturna.
Más tras el día, en conclusión,
llega la noche.
y tras la noche,
de nuevo llega el día.
y con el día al suelo cae el traje
y así como muere, a la vez, nace una vida.
y pasando el tiempo como ha ido,
el capullo de nuevo asoma al talle,
y los pétalos se abren y las gotas
de nuevo inundan el sutil floraje.
Es entonces cuando vienes susurrando
-"¿Qué es lo que miras tan intensamente?"
-"Nada no es nada. No hagas caso.
Sólo una rosa teñida de costumbre."
Amparo Iraola Lliso
LA HORA DE LOS PÁJAROS
Al final de la calle se ve la finísima hendija luminosa: el poderoso estanque de las sombras se ha rajado por la parte del mar, y empieza a vaciar muy despacio su caudal de tinieblas. Pero nada se mueve sobre la ciudad, y la noche de pocas estrellas sigue arrojando sueño al fondo oscuro de chimeneas, tejados y claraboyas.
Aún no llegan los primeros avances de la brisa, y es que agosto no deja su calor hasta el preludio último de la madrugada. Cierro los ojos para inventar llovizna, o luz y viento que no llega. Ya ves, mujer, el Sol tarda en salir al final de la calle: tú sabes las palabras que lo hacen brotar de las olas nocturnas; también puedes formar un relente de mar empapado de agua. Pero ¿sabes dónde nace el temporal que humedece los párpados?
Un pájaro vigía rompe a trinar en algún pináculo invisible. Es por la claridad en crecimiento, que incierta todavía, cuelga tenues brillos en los muros más altos. Dos, tres pájaros en las alturas suman ahora sus voces a la del solitario; y en la distancia, dos o tres coros semejantes unen sus trinos a éste más cercano. La oscuridad decae un punto, y desvela el retablo de formas que tenía cautivas; solamente es negrura el desfiladero de la calle, donde la torva urraca jalona su vuelo de carcajadas secas.
Cuajan el aire los trazos de vuelos diferentes. Como el largo ir y volver de las golondrinas, y el otro, enredado y comunal, de aquellos que parecen gorriones. Multitudes de picos atenuados claman por todos los rincones del alba: en los caminos aéreos, sobre las tejas, cornisas y aleros; en los ocultos dormideros de las palmeras, ahí en la plaza, que suavemente destilan su verde hoja; en el insomne y profundo recinto, más allá de todos los oídos internos. Parece una tibia celebración por la noche ahuyentada.
Hasta que de improviso lo cubre todo un destello magnífico, un haz abrupto de luz pobre y mojada...
Crece el clamor de aves renacientes, y el tiempo que juntan apenas unos pulsos en fuga.
Tiene su esplendor la hora de los pájaros.
Luis J. Oliver Guasp
EL CORAZÓN DE UN POETA DENTRO DE UN RAYO DE LUNA
Qué preciosa estás, siempre vestida de blanco.
Anoche.
La luna me sonríe, me mira con ojos tiernos de niña. Mi rostro se disuelve en la blanca luz de sus rayos, pierde la forma de entre su pureza. Sigue iluminando mi cuerpo, hasta envolverme por completo. Me desmayo:
En el silencio,
por un laberinto de ternura,
entre un vaiven de mudas palabras.
Me desmayo siendo consciente.
Ella sigue ahí, cada vez más cercana, esperando mi primera prueba de sueño: mi primer bostezo, mis primeros y últimos parpadeos, para raptarme.
Su luz se vuelve fuego, me roza los ojos, me quema. No siento el frio nocturno.
La estrellas e acercan y. desaparecen, se alejan y aparecen de nuevo.
Me rindo. La fatiga se apodera de mí y caigo entre sus brazos de luna, que me acunar como a un bebé dormido:
Inconsciente del mundo que le rodea,
placentero en el regazo de la madre,
en el calor de sus pechos.
Una dulce nana de estrellas me despierta. Pasa el tiempo y con él, los últimos segundos de ternura plateada. La luz de la luna se apaga lentamente, se despide. Me besa con sus difuminados labios grises, me abraza y una lágrima de rocío cae en mi frente.
El cielo verdea entre su azul agrisado y los primeros rayos de sol. El mar despierta sus olas, sus latidos matutinos. ¿Y la luna? ¿Dónde está? No me mira, no me sonríe.
Amanece.
La luna se ha marchado. Las cosas adquieren forma, cada vez más clara, con trazos más finos. Estalla un volcán de ruido. Se acaba el encanto nocturno.
Uniendo mis lágrimas con el rocío, lloro por tu presencia, LUNA.
Rosa Irene Zarzoso
LO COMPLETO
Un pueblo, un paisaje, una lengua,
un destino, una historia, una tradición,
una mar, un sol, una esencia,
una tierra, una hazada, un sudor,
un naranjo, un peral, un olivo,
una esperanza, un sentimiento, un recuerdo.
Lo abarcas todo, una ermita, una virgen, un rosal,
lo eres todo, un amor, un idilio, un abrazo,
lo fuiste todo, un arrozal, una fábrica, otro naranjo,
siguieron amando, mi abuelo, mi abuela, mis tios, mis tias,
te aspiro y me muero, mi tierra, por ti el silencio!
José F do. Ribera
SALIDA SIN PASAPORTE
Cuando llegue el momento
de buscar una salida adecuada
no quisiera flores mustias
arrancadas a ultranza para la ocasión
tampoco discursos desfasados
de algún orador de palabrería fatua y ostentosa
sólo la verdad podría estar en mi cabecera
con un puña o d siemprevivas
en mi izquierda
y el pañuelo de lágrimas de mi amante
que me recuerden coño
pero que no me vean partir ese viaje
pudiera hacerlo solo
con mis tristezas mis deseos mis canciones
los sueños ¡tantos sueños!
quizá con el último grito de la moda
con mi pasaporte actualizado
con la lujuria, el deseo de vivir
que se opaca quizá también con un poco de sexo
con el último amor que se negó a besarme
porque cuando llegue el momento
tendré mi mejor fruto ya formado
mi nueva vida
mi prolongación continua
alguien que desafiará la muerte.
Victor R. Peralta Venegas
LA FULLA DE LLORER
Brut, sense roba, dormia baix uns papers,
enmig de la gelada nit, del fosc carrer,
de sobte, al seu costat es posa alguna cosa verda,
era una trista branca de llorer,
que plorant li va dir, que li faltava una CuIla
desde l'última valía que va fer vente
Amb les seues mans rasposes va agafar-Ia
i sense res a pedre, tatarejant una vella canço,
amb la branca enmig del cor,
va començar alegrement a buscar-la.
Va recòrrer cent mil i un carrers
preguntant per la fuIla a la gent,
a la blanca lIuna, a mil estels,
va preguntar fins i tot a l'univers,
pero llastima!, ningú sabia res....
Valent era i valent és,
perque ara segur, que si no l'ha trabada,
amb esperança buscara i cridara a l'horitzó:
- ¿Horitzó, on és la perduda CuIla de llorer?
Joan Miquel Navarro i Miralles
Cuba y España unidas por el amor. Cuba y España unidas por la literatura. Lo fantástico y lo extraordinario.Cuba y España: Ricardo y Carmen
martes, 30 de septiembre de 2008
miércoles, 24 de septiembre de 2008
miNatura 2. Las primeras críticas.
Siguiendo el camino, con el tercer número llegaron las primeras cartas, las primera críticas y sugerencias. Cualquier ayuda siempre es positiva.
Marzo ‘99 Ciencia Ficción, Fantasía, Horror . . . Vol. 2
Editores (y todo lo Demas): ACBDo & Orlando J. Rodríguez; Grupo i+real Dist. Biblioteca Nacional “José Martí"
INVITADO: Luís Britto García. Venezuela,1940
“Utopía del Apuntador”
Los pesimistas suponen que el crepúsculo del hombre será sombrió y e n c o n t r a r á resistencia. Supongo, por el contrario, que será intrascendente y que encontará colaboradores. Podría haber comenzado ya, y desenvolver-se así: Sabemos que los actores de televisión -esa alta élite de la civilización de la vanidad, que envidian incluso los políticos- encuentran ya fastidioso estudiar el papel, memorizarlo, asimilarlo e irlo decantando, y prefieren recitar el texto tal como se los dicta en el laberinto del oído la conchilla del apuntador electrónico. (Pero recordemos que los actores en un momento, prefirieron la memoria del texto escrito por otros, al esfuerzo de irlo inventando, de ir improvisando). Por esta red de preferencias de menores esfuerzos, también terminaremos dejando de improvisar nuestros papeles, y colocándonos en el oído las conchillas de los apuntadores, que nos dictaran las palabras precisas. Pero, cómo llevar la guía de mil millones de conversaciones? F á c i l m e n t e: convirtiéndola en una sola. El panel de expertos puede diseñar el guión tipo, y, desde luego la respuesta tipo a nuestras palabras que darán las personas -los roles- a nuestro alrededor.
Habrá muchas violencias antes de llegar a esto: es de presumir que muchos auditores reaccionarán violentamente si se pretende privarlos del apuntador. El improvisador será descalificado como lo que es, unimprovisado. Más tarde un paria, quizá un proscrito. Los últimos habrán desaparecido antes de que empiece a universalizarse el apuntador electrónico que, implantado en las retinas, nos irá dictando también lo que debemos ver, conforme al guión anteriormente filmado.
Marzo ‘99 Ciencia Ficción, Fantasía, Horror . . . Vol. 2
Editores (y todo lo Demas): ACBDo & Orlando J. Rodríguez; Grupo i+real Dist. Biblioteca Nacional “José Martí"
INVITADO: Luís Britto García. Venezuela,1940
“Utopía del Apuntador”
Los pesimistas suponen que el crepúsculo del hombre será sombrió y e n c o n t r a r á resistencia. Supongo, por el contrario, que será intrascendente y que encontará colaboradores. Podría haber comenzado ya, y desenvolver-se así: Sabemos que los actores de televisión -esa alta élite de la civilización de la vanidad, que envidian incluso los políticos- encuentran ya fastidioso estudiar el papel, memorizarlo, asimilarlo e irlo decantando, y prefieren recitar el texto tal como se los dicta en el laberinto del oído la conchilla del apuntador electrónico. (Pero recordemos que los actores en un momento, prefirieron la memoria del texto escrito por otros, al esfuerzo de irlo inventando, de ir improvisando). Por esta red de preferencias de menores esfuerzos, también terminaremos dejando de improvisar nuestros papeles, y colocándonos en el oído las conchillas de los apuntadores, que nos dictaran las palabras precisas. Pero, cómo llevar la guía de mil millones de conversaciones? F á c i l m e n t e: convirtiéndola en una sola. El panel de expertos puede diseñar el guión tipo, y, desde luego la respuesta tipo a nuestras palabras que darán las personas -los roles- a nuestro alrededor.
Habrá muchas violencias antes de llegar a esto: es de presumir que muchos auditores reaccionarán violentamente si se pretende privarlos del apuntador. El improvisador será descalificado como lo que es, unimprovisado. Más tarde un paria, quizá un proscrito. Los últimos habrán desaparecido antes de que empiece a universalizarse el apuntador electrónico que, implantado en las retinas, nos irá dictando también lo que debemos ver, conforme al guión anteriormente filmado.
Fuente: La Orgía Imaginaria [Monte Avila Editores, 1983].
“El Charco”
U n charco maldecía la gotera que le impedía dormir. Un día cementaron el techo sobre su cabeza y, desde entonces, fue sólo un charco seco, añorando una gotera para despertar.
Lourdes Rojas Terol [1995].
“¿Es Cuadrada la Tierra?”
A lguien preguntó una vez a uno de los más famosos discípulos de Confucio si era verdad que el Cielo era redondo y la Tierra cuadrada. “Si esto fuese cierto” replicó el “Las cuatro esquinas podrían quedar fuera; puesto que no es posible otra forma para demostrar la redondes de la tierra. Incluso los ancianos saben eso”.
Tuan Ch’eng-shih [n. 863 n.e.]
“S/T”
E stás durmiendo y te falta el aire, pues has dormido de cara a la almohada. Te viras bocarriba y sientes cómo tu cara se hunde otra vez en la tela.
Yailín P.Zamora.
Superpoder I (Rayos)
os rayos que salían de sus ojos desintegraban a sus enemigos, derretían los autos, hacían volar en pedazos las armas que leapuntaban. Pero cuando disparaba no veía, así que tenía que lanzar pequeños destellos, como parpadeos, pero igual de mortíferos, no podía entonces desviar la mirada, ni fijarse en algo hermoso ya que si por casualidad se sorprendía o asustaba, sus reflejos le hacían disparar, así acabó con más de un jardín o una muchacha hermosa...
Ahora lo perseguían y él era inocente de lo que se le acusaba. Por eso los miró con la intención más destructora. Esta vez los rayos se reflejaron en los trajes metálicos y los escudos. Cambió la intención y sus perseguidores se disolvieron en una baba pestilente, sus vehículos se volvieron polvo y sus armas se evaporaron en torbellinos iridiscentes.
El no era culpable, había sido sin querer, no lo haría más.
¿Qué no haría más? ¿Volver al lugar, mirar lo mismo, pensar igual o soñar con los ojos abiertos?
Ahora se acercaban con el arma definitiva, era una sombra, era la oscuridad absoluta. Él podría atacar, pero sin saber qué ni a quién.
Ya lo rodeaban. Se oían el juicio instantáneo y la sentencia . Los ojos por siempre tapados, las imágenes inducidas, la visión diferida y por si acaso la prohibición absoluta de visitar museos ni observar obras de arte.
Bruno Enrique.
“Pragmatismo Amoroso”
H ombre práctico y multi-millonario, prefería no hacer el amor sino comprarlo hecho.
Fuente: Borges y Yo, René Avilés Fabila (Mexico, 1940) [Grupo Editorial 7, 1ra.ed., 1991]
“Recuerdo”
T e despiertas y vas al baño. Te lavas, te vistes, te desayunas y recoges tus cosas. Ya en la calle te preguntas: “¿Pero, yo no morí ayer?”
Michel E. Fú.
BESTIARIO:
“El ave del Paraíso”
A esta ave se le puede encontrar en Amboyna (?); su apariencia es similar a un faisán jaspeado; remontándose entre las nubes, bebiendo niebla y comiendo rocío, y nunca se posa sobre la tierra, muriendo si esto ocurriese. Su plumaje es ligero y se suelta con facilidad, suave y flexible; sus alas finalizan con un bellísimo plumaje, de más de un metro de largo, y cuando nace solo rodeado por los vientos, canta de manera irresistible.
OTRA GEOGRAFÍA:
Antes del descubrimiento de América entre los geógrafos existía la deliciosa costumbre de escribir más allá de Las Columnas de Hércules (actual Estrecho de Gibraltar):
“Ic deficit orbis”
“Aquí se acaba el Mundo”
POESÍA:
“Miedo”
No fué nunca,
lo pensaste quizás,
porque la luna roja baño el cielo de sangre
o por la mariposa clavada en el muestrario de cristal
pero no fue,
los astros se engañaron,
y se engañó el oído pegado noche y día al muro de silencio,
y el ojo que horadaba la distancia.
El miedo se engañó
Fue el miedo.
El miedo y la vigilia del amor sin lámpara.
No sucedió jamás.
Jamás.
Fuente: Antología Poetica, Dulce María Loynaz.
S/T
Soy un asesino
apuñalo el futuro
le doy muerte a ese amor
antes de que nazca
oculto el cadaver
y me doy a la fuga
me escondo en lo mas oscuro
de un ser
ahora estoy a salvo
Alejandro Madruga G.
BUZÓN:
Increible pero cierto, nuestra primera carta (nota para ser exacto) es nada más y nada menos que del critico y escritor cubano Virgilio Lopez Lemmus el cual habla de nuestro primer número (Enero# 0) en los siguientes terminos:
*Reducir los espacios [Eso lo logramos de 1.5 bajamos un espacio].
*Si el Boletín trata de C.F., etc porque el poema “Niña de la Noche” de Roy Jorge (aunque especifica que le gusto) [Aprobechamos para sacar una FE DE ERRATA: El estatuto #2 de este boletín dice: “SÓLO PUBLICARÁ TEXTOS QUE POSEAN: INTIMIDAD, ENCANTO Y MISTERIO, DE UNA CUARTILLA O MENOS. Creo que el poema en cuestión tenía algo de esto].
* No debo escribir algo mío junto a escritores conocidos ya que esto demerita [Señor Lemmus... siento decir que tiene ud. toda la razón. Se le tendrá en cuenta].
Nota: Los Corchetes y negrillas son nuestros.
ESPERE NUESTRO PRÓXIMO
NÚMERO
“El Charco”
U n charco maldecía la gotera que le impedía dormir. Un día cementaron el techo sobre su cabeza y, desde entonces, fue sólo un charco seco, añorando una gotera para despertar.
Lourdes Rojas Terol [1995].
“¿Es Cuadrada la Tierra?”
A lguien preguntó una vez a uno de los más famosos discípulos de Confucio si era verdad que el Cielo era redondo y la Tierra cuadrada. “Si esto fuese cierto” replicó el “Las cuatro esquinas podrían quedar fuera; puesto que no es posible otra forma para demostrar la redondes de la tierra. Incluso los ancianos saben eso”.
Tuan Ch’eng-shih [n. 863 n.e.]
“S/T”
E stás durmiendo y te falta el aire, pues has dormido de cara a la almohada. Te viras bocarriba y sientes cómo tu cara se hunde otra vez en la tela.
Yailín P.Zamora.
Superpoder I (Rayos)
os rayos que salían de sus ojos desintegraban a sus enemigos, derretían los autos, hacían volar en pedazos las armas que leapuntaban. Pero cuando disparaba no veía, así que tenía que lanzar pequeños destellos, como parpadeos, pero igual de mortíferos, no podía entonces desviar la mirada, ni fijarse en algo hermoso ya que si por casualidad se sorprendía o asustaba, sus reflejos le hacían disparar, así acabó con más de un jardín o una muchacha hermosa...
Ahora lo perseguían y él era inocente de lo que se le acusaba. Por eso los miró con la intención más destructora. Esta vez los rayos se reflejaron en los trajes metálicos y los escudos. Cambió la intención y sus perseguidores se disolvieron en una baba pestilente, sus vehículos se volvieron polvo y sus armas se evaporaron en torbellinos iridiscentes.
El no era culpable, había sido sin querer, no lo haría más.
¿Qué no haría más? ¿Volver al lugar, mirar lo mismo, pensar igual o soñar con los ojos abiertos?
Ahora se acercaban con el arma definitiva, era una sombra, era la oscuridad absoluta. Él podría atacar, pero sin saber qué ni a quién.
Ya lo rodeaban. Se oían el juicio instantáneo y la sentencia . Los ojos por siempre tapados, las imágenes inducidas, la visión diferida y por si acaso la prohibición absoluta de visitar museos ni observar obras de arte.
Bruno Enrique.
“Pragmatismo Amoroso”
H ombre práctico y multi-millonario, prefería no hacer el amor sino comprarlo hecho.
Fuente: Borges y Yo, René Avilés Fabila (Mexico, 1940) [Grupo Editorial 7, 1ra.ed., 1991]
“Recuerdo”
T e despiertas y vas al baño. Te lavas, te vistes, te desayunas y recoges tus cosas. Ya en la calle te preguntas: “¿Pero, yo no morí ayer?”
Michel E. Fú.
BESTIARIO:
“El ave del Paraíso”
A esta ave se le puede encontrar en Amboyna (?); su apariencia es similar a un faisán jaspeado; remontándose entre las nubes, bebiendo niebla y comiendo rocío, y nunca se posa sobre la tierra, muriendo si esto ocurriese. Su plumaje es ligero y se suelta con facilidad, suave y flexible; sus alas finalizan con un bellísimo plumaje, de más de un metro de largo, y cuando nace solo rodeado por los vientos, canta de manera irresistible.
OTRA GEOGRAFÍA:
Antes del descubrimiento de América entre los geógrafos existía la deliciosa costumbre de escribir más allá de Las Columnas de Hércules (actual Estrecho de Gibraltar):
“Ic deficit orbis”
“Aquí se acaba el Mundo”
POESÍA:
“Miedo”
No fué nunca,
lo pensaste quizás,
porque la luna roja baño el cielo de sangre
o por la mariposa clavada en el muestrario de cristal
pero no fue,
los astros se engañaron,
y se engañó el oído pegado noche y día al muro de silencio,
y el ojo que horadaba la distancia.
El miedo se engañó
Fue el miedo.
El miedo y la vigilia del amor sin lámpara.
No sucedió jamás.
Jamás.
Fuente: Antología Poetica, Dulce María Loynaz.
S/T
Soy un asesino
apuñalo el futuro
le doy muerte a ese amor
antes de que nazca
oculto el cadaver
y me doy a la fuga
me escondo en lo mas oscuro
de un ser
ahora estoy a salvo
Alejandro Madruga G.
BUZÓN:
Increible pero cierto, nuestra primera carta (nota para ser exacto) es nada más y nada menos que del critico y escritor cubano Virgilio Lopez Lemmus el cual habla de nuestro primer número (Enero# 0) en los siguientes terminos:
*Reducir los espacios [Eso lo logramos de 1.5 bajamos un espacio].
*Si el Boletín trata de C.F., etc porque el poema “Niña de la Noche” de Roy Jorge (aunque especifica que le gusto) [Aprobechamos para sacar una FE DE ERRATA: El estatuto #2 de este boletín dice: “SÓLO PUBLICARÁ TEXTOS QUE POSEAN: INTIMIDAD, ENCANTO Y MISTERIO, DE UNA CUARTILLA O MENOS. Creo que el poema en cuestión tenía algo de esto].
* No debo escribir algo mío junto a escritores conocidos ya que esto demerita [Señor Lemmus... siento decir que tiene ud. toda la razón. Se le tendrá en cuenta].
Nota: Los Corchetes y negrillas son nuestros.
ESPERE NUESTRO PRÓXIMO
NÚMERO
sábado, 20 de septiembre de 2008
miNatura 89. Especial Robots, Androides y Ciborgs
Muy pronto podréis descargar en formato pdf este número de la revista miNatura desde la interesante e imprescindible web Cubaunderground
http://www.cubaunderground.com/Revista-miNatura/Ver-categoria.html
Sumario:
R.U.R: Robots Universales Rossum/ Karen Čapek (Rep. Checa).
MKTLOVE / Juan Guinot (Argentina).
Los tres Electropaladínes/ Stanislaw Lem (Polonia).
Los artesanos/ Oscar Alexander V. Rivas (Chile).
¿Cómo se puede reemplazar a un hombre?/ Brian Aldiss (Inglaterra).
Padre a los 154 años/ Carlos Daminsky (España).
/Helen O´loy/ Lester Del Rey (USA).
Mirale a los ojos y verás/ Alexander O´farrill (Cuba). El amo de Moxon/ Ambrose Bierce (USA).
El concierto / Mariana Lorca (Chile).
Marque F para Frankenstein/ Arthur C. Clarke (Inglaterra).
Vincent/ Josué Ramos (España).
Sueño de Robot/ Isaac Asimov (Rusia).
Retrospección/ Juan Carlos Garcés (España).
Visiones del Robot./ Isaac Asimov (Rusia).
Artículo: Los Robots de Asimov.
Robots. / Almudena L. Cano (España).
Artículo: ¿Soñamos los humanos con unicornios de carne y hueso? (1ra. parte)/Daniel M. Valero (Español).
La Segunda Variedad/ Philip K. Dick (USA).
The Karel Čapek Trouppe: El Espectáculo más grande del mundo/ Carmen R. Signes Urrea (España).
No tengo boca, y deseo gritar/ Harlan Ellison (USA)
El Regalo/María Sierra B. Castro (España).
Belinda/ J. E. Álamo (España).
Espéctaculo/ Mª del Mar González (España).
Presidente/ Maykel Reyes Leyva (Cuba).
Maten a R2D2/ Mauricio V. Velásquez (Chile).
Más que humano / Alexis Brito Delgado (España).
Recuerdos imborrables / Manel Aljama (España).
Artículo: ¿Soñamos los humanos con unicornios de carne y hueso? (2da. parte)/Daniel M. Valero (Español).
Top 10: Robots
Si la queréis recibir directamente en vuestro correo no dudéis solicitarla en esta dirección:
minaturacu@yahoo.es
Autor de la portada: M.C.Carper
http://www.cubaunderground.com/Revista-miNatura/Ver-categoria.html
Sumario:
R.U.R: Robots Universales Rossum/ Karen Čapek (Rep. Checa).
MKTLOVE / Juan Guinot (Argentina).
Los tres Electropaladínes/ Stanislaw Lem (Polonia).
Los artesanos/ Oscar Alexander V. Rivas (Chile).
¿Cómo se puede reemplazar a un hombre?/ Brian Aldiss (Inglaterra).
Padre a los 154 años/ Carlos Daminsky (España).
/Helen O´loy/ Lester Del Rey (USA).
Mirale a los ojos y verás/ Alexander O´farrill (Cuba). El amo de Moxon/ Ambrose Bierce (USA).
El concierto / Mariana Lorca (Chile).
Marque F para Frankenstein/ Arthur C. Clarke (Inglaterra).
Vincent/ Josué Ramos (España).
Sueño de Robot/ Isaac Asimov (Rusia).
Retrospección/ Juan Carlos Garcés (España).
Visiones del Robot./ Isaac Asimov (Rusia).
Artículo: Los Robots de Asimov.
Robots. / Almudena L. Cano (España).
Artículo: ¿Soñamos los humanos con unicornios de carne y hueso? (1ra. parte)/Daniel M. Valero (Español).
La Segunda Variedad/ Philip K. Dick (USA).
The Karel Čapek Trouppe: El Espectáculo más grande del mundo/ Carmen R. Signes Urrea (España).
No tengo boca, y deseo gritar/ Harlan Ellison (USA)
El Regalo/María Sierra B. Castro (España).
Belinda/ J. E. Álamo (España).
Espéctaculo/ Mª del Mar González (España).
Presidente/ Maykel Reyes Leyva (Cuba).
Maten a R2D2/ Mauricio V. Velásquez (Chile).
Más que humano / Alexis Brito Delgado (España).
Recuerdos imborrables / Manel Aljama (España).
Artículo: ¿Soñamos los humanos con unicornios de carne y hueso? (2da. parte)/Daniel M. Valero (Español).
Top 10: Robots
Si la queréis recibir directamente en vuestro correo no dudéis solicitarla en esta dirección:
minaturacu@yahoo.es
Autor de la portada: M.C.Carper
martes, 16 de septiembre de 2008
miNatura 1. El comienzo
Un mes más tarde del primer ejemplar, salía el segundo. Éste ya con el número 1. Comenzaban a llegar las colaboraciones, y la ilusión y el entusiasmo tomaban forma en papel.
Febrero ‘99 Ciencia Ficción, Fantasía, Horror . . . Vol. 1
Editores (y todo lo Demas): ACBDo & Orlando J. Rodríguez; Grupo i+real Dist. Biblioteca Nacional “José Martí"
INVITADO: Augusto Monterroso Guatemala, 1921
“La buena conciencia”
En el centro de la selva existió hace mucho tiempo una extravagante familia de plantas carnívoras que, con el paso del tiempo, llegaron a adquirir conciencia de su extraña costumbre, principalmente por las constantes murmuraciones que el buen Céfiro les traía de todos los rumbos de la ciudad.
Sensibles a la crítica, poco a poco fueron cobrando repugnancia a la carne, hasta que llegó el momento en que no sólo la repudiaron en el sentido figurado, o el sexual, sino que por último se negaron a comerla, asqueadas a tal grado que su simple vista les producía náuseas.
Entonces decidieron volverse vegetarianas. A partir de ese día se comen únicamente unas a otras y viven tranquilas, olvidadas de su infame pasado.
Febrero ‘99 Ciencia Ficción, Fantasía, Horror . . . Vol. 1
Editores (y todo lo Demas): ACBDo & Orlando J. Rodríguez; Grupo i+real Dist. Biblioteca Nacional “José Martí"
INVITADO: Augusto Monterroso Guatemala, 1921
“La buena conciencia”
En el centro de la selva existió hace mucho tiempo una extravagante familia de plantas carnívoras que, con el paso del tiempo, llegaron a adquirir conciencia de su extraña costumbre, principalmente por las constantes murmuraciones que el buen Céfiro les traía de todos los rumbos de la ciudad.
Sensibles a la crítica, poco a poco fueron cobrando repugnancia a la carne, hasta que llegó el momento en que no sólo la repudiaron en el sentido figurado, o el sexual, sino que por último se negaron a comerla, asqueadas a tal grado que su simple vista les producía náuseas.
Entonces decidieron volverse vegetarianas. A partir de ese día se comen únicamente unas a otras y viven tranquilas, olvidadas de su infame pasado.
Fuente: Tomado de La Oveja negra y demás fabulas.
" Una Noche ...”
La pequeña estrella se dirige a sus padres:
- Papá, Mamá, he visto caer a un hombre.
Los adultos contestaron:
- Pide, pide un deseo . . .
ACBDo, Ciudad de La Habana [1969]
“Dialéctica Aplicada”
Dijo el hada madrina:
- Todo será como antes-. Dogmática de mierda, no sabe lo que dice.
Jorge Garrigán, La Habana.
“¡Eppur si Muove!”
El inquisidor concluyó la lectura del pliego probarorio:
“...y así dejó plasmada la absoluta verdad de que nosotros no existimos en el Texto, como afirma la Ecclesia, sino que somos vibraciones de potencial que se propagan por el cerebro del Escritor; además, aseveró que aunque El nos conoce y cree que nos inventa, nuestro ego primigenio surge en su subconsciente y se encarga de generar las actitudes dictadas por la inspiración, no por el razonamiento, ¡esas son nuestras legítimas acciones voluntarias!”
Entonces el obispo, incorporándose, hizo uso del verbo y lo arrojó con furia sobre el presunto hereje; las llamas ansiosas, crepitaron desde la hoguera en un súbito avivamiento para luego volver a arder serenas, expectantes; el obispo moderó su diatriba “...sin embargo, si el reo considera su retracción...”
El insigne acusado con voz cansada pero firme y pupilas apuntando al vacío, recitó su parecer definitivo:
— Creo que soy un personaje concebido hasta en su más íntimo matiz por el Escritor. El me creó y depositó en mi mente todo el conocimiento que estimó significativo, y omitió el que encontró superfluo. Gracias a ello tengo idea del contorno que el mismo me dispuso y que constituye la inmensidad del Texto, obra admirable de Su Autoral Persona, a cuyas leyes me someto por entero. Amén.
Las llamas esta vez chisporrotean frustradas, consumiendo una escena que se renueva cuando cualquier Lector hurga ávido en el Texto, entonces ciertas vibraciones vuelven a excitar un cerebro para dar vida al reo, al inquisidor, al obispo...
“Consideración” Roy Jorge.
Aun general muy humano, el cual vivió en el siglo décimo antes de nuestra era, le dijeron que su casa se derrumbaría y debía ser reparada de inmediato. El replicó “Es ahora la temporada más fría del invierno y las tejas del techo y los ladrillos de la pared están llenos de insectos hibernando; por lo tanto no pueden ser molestados de ninguna manera.”
Cuento anónimo chino.
BESTIARIO
Los Hsing-Hsing:
Los Hsing-Hsing son como los monos. Ellos tienen el rostro blanco y las orejas puntiagudas. Caminan sobre sus dos piernas como los hombres, y también pueden trepar a los árboles.
Los Hsing-T’ien:
Los Hsing-T’ien, temibles guerreros, pelearon con los Dioses, por lo cual fueron decapitados y condenados a vivir sin cabeza por toda la eternidad. Sus ojos estan al nivel del pecho, mientras que su boca está en el ombligo. Viven en total salvajismo, portando siempre sus escudos y hachas para no ser sorprendidos por los Dioses.
El Pez-Hua
El pez-Hua o Serpiente-Pez-Volador, es muy similar a un pez, pero tiene alas de pájaro. Los campesinos tienden a confundirlos con dragones pero esto no es más que una exageración.
POESÍA:
“Caronte”
(Idea para una canción de Rock)
De negra sangre era el río
En su orilla vagaban restos antiguos
y la barca de fuego bogaba inexorable
por la obscura corriente
No quiso aceptar nada por retrasar el viaje,
el tiempo
no regresa su camino
el oro no lo puede comprar ni la carne, ella queda pudriéndose en el río
Restos antiguos...
Barquero de sangre libérame el alma
tras la obscura puerta del Hades
Allí no estallan hongos venenosos, los muertos no tienen hijos por quienes temblar
el verdadero infierno arde sobre sus sombras.
Allí, ya no hay peligros, las constelaciones están muy lejos, y los hombres.
Barquero de sangre libérame el alma tras las inmensas puertas del Hades
Oona
“Sean Bienvenidos”
Sean bienvenidos al club de la aberración
donde las ballenas con miriñaque giran
al compás de un minuet,
no entreguen los deseos envueltos
ni los placeres en el visón,
es una caverna donde el estallido
encontrará el legado a los hombres
yo les daré oporto en mis venas
y harán la bacanal de las deidades
Sean bienvenidos,
no demoren,
no empujen,
no blasfemen,
porque los estoy invitando
a mi cuerpo.
Luis C. Rosell.
Esperen nuestro próximo Número
" Una Noche ...”
La pequeña estrella se dirige a sus padres:
- Papá, Mamá, he visto caer a un hombre.
Los adultos contestaron:
- Pide, pide un deseo . . .
ACBDo, Ciudad de La Habana [1969]
“Dialéctica Aplicada”
Dijo el hada madrina:
- Todo será como antes-. Dogmática de mierda, no sabe lo que dice.
Jorge Garrigán, La Habana.
“¡Eppur si Muove!”
El inquisidor concluyó la lectura del pliego probarorio:
“...y así dejó plasmada la absoluta verdad de que nosotros no existimos en el Texto, como afirma la Ecclesia, sino que somos vibraciones de potencial que se propagan por el cerebro del Escritor; además, aseveró que aunque El nos conoce y cree que nos inventa, nuestro ego primigenio surge en su subconsciente y se encarga de generar las actitudes dictadas por la inspiración, no por el razonamiento, ¡esas son nuestras legítimas acciones voluntarias!”
Entonces el obispo, incorporándose, hizo uso del verbo y lo arrojó con furia sobre el presunto hereje; las llamas ansiosas, crepitaron desde la hoguera en un súbito avivamiento para luego volver a arder serenas, expectantes; el obispo moderó su diatriba “...sin embargo, si el reo considera su retracción...”
El insigne acusado con voz cansada pero firme y pupilas apuntando al vacío, recitó su parecer definitivo:
— Creo que soy un personaje concebido hasta en su más íntimo matiz por el Escritor. El me creó y depositó en mi mente todo el conocimiento que estimó significativo, y omitió el que encontró superfluo. Gracias a ello tengo idea del contorno que el mismo me dispuso y que constituye la inmensidad del Texto, obra admirable de Su Autoral Persona, a cuyas leyes me someto por entero. Amén.
Las llamas esta vez chisporrotean frustradas, consumiendo una escena que se renueva cuando cualquier Lector hurga ávido en el Texto, entonces ciertas vibraciones vuelven a excitar un cerebro para dar vida al reo, al inquisidor, al obispo...
“Consideración” Roy Jorge.
Aun general muy humano, el cual vivió en el siglo décimo antes de nuestra era, le dijeron que su casa se derrumbaría y debía ser reparada de inmediato. El replicó “Es ahora la temporada más fría del invierno y las tejas del techo y los ladrillos de la pared están llenos de insectos hibernando; por lo tanto no pueden ser molestados de ninguna manera.”
Cuento anónimo chino.
BESTIARIO
Los Hsing-Hsing:
Los Hsing-Hsing son como los monos. Ellos tienen el rostro blanco y las orejas puntiagudas. Caminan sobre sus dos piernas como los hombres, y también pueden trepar a los árboles.
Los Hsing-T’ien:
Los Hsing-T’ien, temibles guerreros, pelearon con los Dioses, por lo cual fueron decapitados y condenados a vivir sin cabeza por toda la eternidad. Sus ojos estan al nivel del pecho, mientras que su boca está en el ombligo. Viven en total salvajismo, portando siempre sus escudos y hachas para no ser sorprendidos por los Dioses.
El Pez-Hua
El pez-Hua o Serpiente-Pez-Volador, es muy similar a un pez, pero tiene alas de pájaro. Los campesinos tienden a confundirlos con dragones pero esto no es más que una exageración.
POESÍA:
“Caronte”
(Idea para una canción de Rock)
De negra sangre era el río
En su orilla vagaban restos antiguos
y la barca de fuego bogaba inexorable
por la obscura corriente
No quiso aceptar nada por retrasar el viaje,
el tiempo
no regresa su camino
el oro no lo puede comprar ni la carne, ella queda pudriéndose en el río
Restos antiguos...
Barquero de sangre libérame el alma
tras la obscura puerta del Hades
Allí no estallan hongos venenosos, los muertos no tienen hijos por quienes temblar
el verdadero infierno arde sobre sus sombras.
Allí, ya no hay peligros, las constelaciones están muy lejos, y los hombres.
Barquero de sangre libérame el alma tras las inmensas puertas del Hades
Oona
“Sean Bienvenidos”
Sean bienvenidos al club de la aberración
donde las ballenas con miriñaque giran
al compás de un minuet,
no entreguen los deseos envueltos
ni los placeres en el visón,
es una caverna donde el estallido
encontrará el legado a los hombres
yo les daré oporto en mis venas
y harán la bacanal de las deidades
Sean bienvenidos,
no demoren,
no empujen,
no blasfemen,
porque los estoy invitando
a mi cuerpo.
Luis C. Rosell.
Esperen nuestro próximo Número
Agradecemos la valiosa colaboración de la bib.”Rubén martinez villena” y en especial a la señora Ana María Alderete. Gracias también a las críticas.
martes, 9 de septiembre de 2008
Soterrània nº 15
Sería injusto por mi parte, dejar pasar la ocasión de comenzar el repaso de las ediciones de Soterrània por el final, precisamente pues ese hecho impidió que viera la luz el último intento de que la revista resurgiera; sino en papel, algo difícil pues ya para entonces los miembros de la asociación habían mermado demasiado, y no quedaban fondos ni tan siquiera para realizar una tirada reducida, al menos de forma digital, tal y cómo sucede con miNatura.
Repasando los archivos caóticos y desordanos que poseo, tanto físicos como informáticos (aún ando buscando algunos de los ejemplares de papel de la publicación pese a que sé que no todos podré recuperarlos pues desafortunadamente se agotaron)me apareció precisamente el número que andaba preparando cuando otros menesteres me apartaron de el proyecto. Andaba aún en la recopilación de material, cuando sucedió, no obstante tengo una buena cantidad de textos, que paso a mostraros, simulando, de esta forma, lo que podría haber sido ese número 15 de Soterrània (Quaderns de Literatura). Quizás, si algo notaréis a faltar son las imágenes. Espero que de igual modo, os sea grata su lectura.
.
Número 15. Enero Año 2004.
NUEVOS COLABORADORES
EDITORIAL
Ha pasado mucho tiempo desde que saliera a la luz el primer número de Soterrània “Quaderns de Literatura”. Desde entonces muchas cosas han cambiado, todo ha evolucionado y nosotros con el paso del tiempo más. Es por eso que después de dos años de callada espera, volvemos a surgir pero, y teniendo en cuenta las facilidades de publicación y difusión que nos proporciona Internet y que son básicamente gratuitas (siempre hemos defendido la difusión gratuita de este ejemplar, somos una asociación cultural sin ánimo de lucro, es por ello que en ocasiones nuestras ganas de continuar con este proyecto, se han visto truncadas por la cuantía económica que representaba sacar una tirada de ejemplares para su distribución gratuita sin ningún tipo de subvención), ahora con él ánimo renovado, y apoyados por las nuevas tecnologías regresamos dispuestos a, dentro de nuestras posibilidades y limitaciones, mostrar nuevamente las creaciones literarias de nuestros colaboradores, por lo que intentaremos ir mejorando con el tiempo.
Esperamos que os guste lo que os encontréis aquí, y si no siempre tendréis las puertas abiertas, para criticarnos, aconsejarnos y colaborar con nosotros.
SUMARIO
Relato:.Guillermina Díaz
Poema:Ricardo Acevedo
Relato:.Víctor Valledor
Poema:Javier Muñoz Livio
Narración:Mª Isabel B. Rivas
Cuento:Carolina Diaz Paz
Mini cuento:Alix Fazio Rosales
Narración: Emma von Gunten
El contenido de esta publicación pertenece a sus autores. Ellos se hacen responsables de la autoría de los textos.
EL FRUTO PROHIBIDO DE EVA EN EL PARAÍSO
Generaciones venideras renegarán de mí. Seré maldita entre todas las mujeres. Pero soy yo, YO, quien debe decidir. Y mi opción es vivir: ser ante todo y sobre todo, ser. ¿Qué es la vida en este paraíso donde las alimañas no cazan ni paren, donde no hay lucha? Mi alma exige algo más que la contemplación de Dios y su obra. Una contemplación pacífica, muda. El paraíso es una isla donde nada ocurre. Sé que contemplar no es igual a ser pues he probado la fruta del árbol de la vida.
Nadie me tentó. No hubo serpiente ni diablo ni mal. Fue una inquietud íntima por saber que existía además del estado beatífico. Puedo intuir los dolores del parto y la felicidad de tener hijos, la guerra y el hambre, la dicha y la desgracia. Y lo deseo aunque Caín mate a Abel cientos de veces. Aunque ciertos hombres, para denigrar a sus mujeres, inventen que fui creada a partir de una costilla de Adán y le perdí. Para él he ganado la inmensidad de la vida y la muerte porque voy a condenarle a morir pero también a vivir.
Es tan inocente que comerá este fruto que yo le entrego sin preguntas. Y conocerá. Conocerá conmigo. El camino hacia el amor es el conocimiento. Se ama lo que se conoce. Jamás lo que se contempla.
Mi rebeldía contra Dios es que tal vez no me deja amarle. O teme mi amor. Ese que ahora, antes de ser expulsada de este paraíso, no le puedo dar. Le amaré cuando me maldiga y yo le conozca, cuando los animales luchen y el lobo no descanse junto al cordero.
Sólo se puede amar si existe la muerte. Entiéndelo Adán y perdóname porque te condeno a la vida. Mi herencia será la valentía de mi decisión. Entre ser o contemplar yo elijo ser. Ser por toda la eternidad.
Guillermina Díaz Cortés
Poema #1
La balanza se ha roto.
La maldad se apodera del fértil Valle de That,
Donde las flores duermen
(e incluso roncan)
tu cuerpo no teme al castigo
el tribunal tiembla al dictar sentencia
-¿Sabias, que está prohibido hacer el amor en verano?
-¡Si!
Los jorobados y impotentes lanzan piedras sobre ella.
Deforman tu cuerpo con espejos
Mientras se escuchan trompetas.
-El Gran Viejo, ha visto.
Las lenguas venenosas, se tornan rosadas.
Exclaman los ciegos:
-Lo hemos visto.
Los blancos y asquerosos se suicidan en masa.
-“El Gran Viejo ha sido visto, mientras hacia el amor,
con una tierna criatura de nueve años. El primer día de Verano.”
Alguien en silencio ha reparado la balanza.
La maldición, se ha roto.
Pero tu cuerpo sigue descuartizado,
rodeado, de flores, que duermen (... y roncan)
en el fértil Valle de That.
Ricardo Acevedo Esplugas
El gigante de tres manos
Imaginé a un gigante de tres manos que reparte a diestra y siniestra y diestra todo lo que su imaginación requiere.
Palabras hermosas con bellas dedicatorias y románticas actitudes de razonamiento y de caricia ampulosa ante los marcos venidos a sus ojos.
Con la diestra de palabras, con la siniestra aprieta fuerte su bolso con aromas y con la diestra no alcanza a las horas que se le escapan frenéticas.
Lo levantan en andas las madrugadas de hielos consolidados y amanece brumoso con sus tres manos envueltas en hojas de trapecios y de volteretas laminadas de juegos. No es feliz. No es alegre. No es ruiseñor. Es apenas un labrador que ha perdido cosechas consecutivas.
Sembrar y cegar, dos alternativas para su ilusión conmocionada.
Lo han vencido.
Lo han sembrado de oscuras esperas.
Ya no espera.
Ha decidido tomar sus tres manos e irse a beber lejos de los hierros.
El gigante de tres manos no sabe enhebrar la aguja de la conciencia.
Victor Hugo Valledor
¿Existe infierno? ¿Existe Dios? ¿Resucitaremos después de la muerte? ¡Ah! No olvidemos una cuestión fundamental: ¿Habrá mujeres allí?
Woody Allen
Qué cerca sentimos a algunos, que están muertos; y qué muertos nos parecen otros, que aún viven.
Wolf Biermann
La muerte, para el poeta es la victoria.
Luis Cernuda
La Despedida
Estoy pensando en las noches que he deseado leerte este poema.
Tantas noches
sin dormir
esperando tus labios,
tu cuerpo
mi cuerpo junto al tuyo
tu piel en la mía
posándose entre mis versos,
entre mis pétalos,
hermosamente cultivados para sentir tu aliento
marchitarse entre mis lamentos.
Desde Madrid ahora
desde una ciudad desconocida después
desde mi tumba al final.
Y mi fin será también tu fin
Porque ya no he de sentir la voz sedienta de tu teclado.
Y mi voz ahora tan pálida te buscará para huir contigo de mi lecho
lejos, pero tu volverás desesperadamente
tu inmensa dulzura vendrá contigo para regresar con los tuyos
y mi cuerpo tendido
en el silencio
será la paz de nuestro amor eterno.
Así es la vida
así es mi vida junto a la tuya
flores enviadas de tus manos para posarse
bajo mi tumba.
No llores ahora
mi cuerpo atrapado desgarra tus besos para guardarlos desnudos
bajo la noche
bajo tu vestido atormentado
sin mis caricias
sin el roce de mis palabras que susurran
siempre cosas tan lindas al oído.
Secretos que nacen de mi alma
y van a tu alma.
Ahora déjame probar la distancia que nos separa
¿A que sabe este atardecer que ha perdido nuestros sueños?
mi sueño a tu lado
tu sueño... jamás encontrado.
No llores más
sé que la vida a partir de ahora será todo menos nuestras vidas,
nuestros cuerpos inesperados
en un laberinto de flores
esparciéndose en nuestra belleza de hablar.
Tu llanto ahora ha ido volviéndose dulcemente tan mío
pero no quiero llorar
no quiero sentir que ya no estás a mi lado.
Toda mi vida ha quedado junto a la tuya
entre tus labios
entre mis besos
entre la dulzura de amar la felicidad de tu vida.
No cierres los ojos
no hagas nada
siéntate muy cerca
más
la tarde se ha oscurecido
y mis brazos ya no te guardan rencor
puedes besarme (si quieres)
hazlo
quiero que tus labios junto a los míos permanezcan en silencio
no me acaricies
no quiero que lo hagas
sólo bésame para saber de ti
para sentir que aún sigo con vida
para volver feliz a mi tierra prometida.
Y desde allí
la soledad será un placer amargo
una tumba enlazándose bajo la niebla,
bajo la pesadumbre de mi alma.
Prometí vivir
es extraño, no sé por que lo hice (nunca cumplo mis promesas)
pero sé que en algún momento te amé
y este poema es el sueño de mi amor
de mi ternura y toda mi verdad.
Jamás en la vida habrá alguien mejor que yo
sin embargo, soy un héroe sin dicha ni bienestar
todo en esta vida me ha sido impuesto.
Ahora necesito que me abraces
que me digas al oído
cosas que nunca dijiste
hazlo
y busca entre tus sueños mi sueño de quererte
y hazme tuyo con locura
devora mi soledad y duerme junto a las flores
que has traído.
Duerme en mí
en este frío mármol
acércate
acércate más
¿Sientes que estoy allí?
no te vayas
espera que las flores mueran para escribir tu nombre con sus cenizas,
para escribir mi nombre junto a los seres que me han querido.
Javier Muñoz Livio
Luz de Mariposa
En medio de las sombras de la noche emerge una luz tímida en nebulosa y amarilla radiación. Nubes, árboles, tierras en arena. Desde la izquierda un aire abismal sopla entre flautas silbando una escalera figurada. Por ella penden a la derecha formas curvas que se oponen a si mismas en péndulos colgados unidos al vacío.
Desde la nada, el pensamiento es azul índigo que va cubriendo los caminos en repliegue. Aparecen antiguos moldes de alumbramiento y la noche será larga. Con el alba volverán los pasos de la insurrección de los rayos sujetando el puzzle de horizontes circulares.
El Sol observa con ojos somnolientos que calientan los extraños aledaños. Surgen paisajes amarillos, violetas, malvas. De sus inextricadas esencias se revuelven las manos en los contornos y se tiñen de su presencia.
Ahora en los depósitos nocturnos reposa una balsa que proyecta ángeles, flores diminutas, pájaros rojos y flores inventadas de arlequín. Vuelve la visión de las montañas en brusco retroceso y nacen tierras y árboles desconocidos.
Nadie observa. Un alma de sal llega y revuelve las aguas que rebosan en la mañana de la pequeña mariposa. Como un misterio desvelado el crepúsculo asiente y gira en su movimiento de embudo por donde huye el último vestigio de la noche hacia su morada. Olvidado, su manto de azabache reluce entre las piedras.
Ahora, ella está allí. De pie, contempla sus dominios con nuevos ojos, envuelta en su propia mirada de luz de mariposa.
©Bilbao, 2003 ®-I.B.R.
Mª Isabel B. Rivas
El reflejo de Adàn.
Cuando era niño, muchas veces hice preguntas que nadie sabía muy bien como responder. Todas ellas eran incómodas, extrañas, a veces un poco hirientes. No importaba realmente cuál era la respuesta, me gustaba hacerlas solamente para disfrutar de las reacciones de los adultos cuando les suponía un verdadero malestar. Se trataba de un juego cruel, donde yo salía ganando, incluso cuando no obtenía lo que buscaba, que era la mayoría de las veces. Lo que me atraía realmente era la provocación, la posibilidad de romper la absurda pasividad de un mundo uniforme por medio de las palabras. Maravilloso, admirar los matices de la incomodidad de mi padre, la cólera de mi madre. Por un momento, sus rostros se llenaban de un enervante vigor, como si en cuadros olvidados y cubiertos de polvos palpitaran nuevos colores. Aunque era una época muy temprana en mi vida para conceptualizar cuestiones tan sofisticadas como la rebeldía y la sinceridad, sí tenía muy claro una idea: deseaba ignorar las reglas que conocía, mejor aun, deseaba crear algunas nuevas. Tenía la impresión que el mundo necesitaba un nuevo matiz sobre la vieja estructura. Algo así como una bocanada de aire fresco en una habitación excesivamente viciada.
Ah, la inocencia infantil. Que enorme fragilidad guarda en su prístina credulidad. No, el mundo no va a cambiar jamás.
Ni yo tampoco, claro está.
Como adulto, continúo siendo el mismo niño provocador y molesto que alguna vez fui. Solo que ahora, los adultos somos nosotros, los que en alguna ocasión creímos que la humanidad era susceptible a la novedad. Y estos nuevos adultos siguen teniendo en sus expresiones las misma incomodidad y cólera de antaño. Solo yo permanezco incólume, fiel al principio de obtener lo que quiero y vivir según mis principios. Supongo que logré lo que siempre quise. Ser totalmente vertical en mi pensamiento. Bien lo decía Oscar Wilde: “cuando los dioses desean castigarnos, cumplen los deseos”. Yo obtuve el mío, sin duda: encontré la rebeldía mágica, fáctica, irremediable.
Estoy condenado a ser diferente.
Soy un hombre a quién le gustan los hombres. ¿Homosexual es una palabra más especifica?. Tal vez, aunque me parece un poco egoísta, circunscrita a una idea fermentada lentamente en siglos de prejuicio. Aunque parezca un tanto incompresible, no expreso únicamente mi sexualidad a través del sexo. Tampoco la sexualidad es el elemento que me define. Podría decirse que soy como la naturaleza me hizo, aunque eso no hará demasiado feliz a los cautelosos. Así que, por ahora, digamos que el término no me gusta. Pero no tengo otro. Homosexual soy, entonces.
Me gustaría solo ser una persona, un rostro, una mente, un hombre.
Pero eso es soñar demasiado, ¿verdad?
Admito que lo supe desde siempre. Mito: la crianza crea el fenómeno. Para los esperanzados que anhelaban que un ambiente propicio les ofreciera un fraudulenta masculinidad, lamento decepcionarlos. No viví una infancia terrible de humillaciones sin cuento, ni tuve una madre castrante que me hizo odiar inmerecidamente al género femenino. En absoluto. Mi madre era una mujer muy agradable que me dio una crianza afectuosa y mi padre, un caballero silencioso y discreto, totalmente vulgar. Tampoco sufrí una experiencia traumática que me reveló en un instante diáfano la verdad ( ¡Oh miseria!). La cosa fue más sencilla y creo que eso lo hizo más doloroso. Nunca hubo otra elección, duda o pregunta en mi mente y en mi cuerpo. En esencia, asimilé muy lentamente la idea que mi sexualidad era del todo contraria a lo que se esperaba de mí. Tuve el tiempo suficiente para comprender dónde me metía y qué consecuencias tendría el hecho de seguir mis necesidades más básicas. Claro que, siempre hubo la posibilidad de mentir y ocultar, pero eso me pareció mucho peor que expresar mi amor de una manera distinta al resto de mis congéneres. A los diez y seis decidí salirme del camino principal y seguir el mío. No tuve otra posibilidad. Creo que no hubiera aceptado ninguna otra.
Sin embargo y como es natural al principio, la vergüenza me acosó. Tenía motivos, o al menos eso me pareció. Era un degenerado, un perverso, un pecador contra la natura. Luego, intuí que todos los conceptos que la sociedad exponía sobre mí tenían su origen en el miedo. Eso podía comprenderlo. El miedo me era muy familiar. Llevado por el miedo, intenté por todos los medios mantenerme a la sombra, ocultar ese aspecto de mi personalidad, pero por extraño que parezca, la discreción hizo más notorio mi secreto. Me vi envuelto en una serie de mentiras y engaños, que no lograron otra cosa que hacer más evidente ese rasgo que hubiese querido se mimetizara por completo en la normalidad. Me resultó totalmente agotador los inevitables gestos de mi cuerpo hacia lo prohibido, pero ¿Quién podía culparlo? No tenía la menor idea que había decidido contener mi impulso natural, hacerlo menos determinado y ardiente. Para mis manos y mis piernas, mis ojos y mi boca, la exclusión no era una alternativa, sino la providencia definitiva. Y muy pronto, advertí que es imposible contradecir a la naturaleza o enmendarla. La esencia es simplemente la cualidad más profunda del ser. Sin comentarios, sin resistencia. Solo así.
La adultez me llegó como una hermosa paradoja que comprendí con cierto esfuerzo. Había ganado en libertad y sinceridad, pero a la vez, en amargura. Los tiempos de desear una enmienda en el lenguaje general de la sociedad se desvanecieron en el convencimiento que tanto el mundo como yo estábamos totalmente decididos a preservar nuestros ideales más absurdos. La integridad y la dignidad eran valores que ambos apreciábamos, pero que concebíamos en formas distintas. Recuerdo especialmente la primera vez que mi padre me miró a los ojos, muy conciente que su hijo mayor, el primogénito, era alguien totalmente distinto a quién había deseado. Había una tristeza enorme en su mirada, una decepción tan remota y desgarradora que por un momento, sentí el impulso de negar todo lo que había dicho y declararme aquejado de algún mal mental. Pero me contuve. Esa tristeza y esa decepción eran mías, me pertenecían tanto como la satisfacción que sentí al comprender que la verdad es más dura, pero más simple de decir que cualquier otra cosa. Permanecí en silencio frente a él, hasta que el buen hombre suspiró y en silencio, consumió la idea, le dio forma, la enraizó en algún lugar de su mente. Y me aceptó.
No, no estoy hablando de ninguna idea conmovedora. No pude volver a la casa paterna en unos cuantos años, pero al menos, me liberé de la posibilidad de ocultar mi perspectiva vital en una ecuación sencilla y dura que yo no había formulado. La soledad me rompió el corazón y me costó largo tiempo recomponer sus partes. Pero cuando lo hice, supe que había conseguido la firmeza que necesitaba para continuar. La vida es la vida: dura, helada, hermosa, exuberante y así tenemos que aceptarla. ¿Eso es malo, bueno, cómodo, cruel?
Bueno, creo que a eso lo llamamos vivir.
Un día, sumido en uno de esos momentos donde la razón se desvincula de la emotividad, miré el mundo a mi alrededor. Disfruté enormemente de los colores, de la tertulia acompasada de la brisa con los pájaros, de esa belleza que tiene la normalidad y que es tan agradable como conmovedora. Inevitablemente, me hice las preguntas que tantas veces me he formulado en silencio ¿Por qué soy quién soy? ¿Por qué decidir serlo? ¿Tan difícil me hubiese resultado permanecer incógnito, escondido detrás del rostro de un hombre satisfecho, un hombre infeliz, un hombre normal? Había renunciado a muchas posibilidades, había cerrado muchas puertas a mi espalda y me pregunté si había valido la pena. ¿Era valiosa la permanencia de un axioma vital, incluso cuando no hay nada para sostenerlo?
Sentí el inevitable cansancio que se experimenta luego de una larga batalla donde las armas son el prejuicio y la ignorancia. Recordé todas las veces que había tenido que levantar el rostro ante un insulto, las innumerables miradas de recelo que durante años me habían perseguido. Las burlas, el aislamiento, el desconocimiento de mi individualidad. Los conceptos del pasado que se desvanecían porque simplemente dejaban de existir en la evidencia. Tal vez me estaba haciendo viejo. La irreverencia del joven ya no me satisfacía y me encontré recordando todos los momentos de mi vida, buenos y malos, resumidos en una única escena: mi necesidad de ser auténtico y real, de conservar mi dignidad aun en las peores momentos. Y comprendí que mi lucha se limitaba a eso: a mantenerme moralmente firme en mis convicciones, a tener el valor de respirar el mismo aire de mis congéneres sin lamentarlo o disculparme por ello. La victoria puede ser pequeña, probablemente muy esporádica, pero tiene un sentido si brinda la oportunidad de sorprenderse a si mismo de vez en cuando. La autenticidad es un don universal, pero que permanece en secreto, sepultado y ocultado por una vasta tristeza y uniformidad.
Suspiré aliviado. Una profunda sensación de bienestar me poseyó. A pesar de las derrotas y el tiempo transcurrido, escuché la risa de un niño que hacía demasiadas preguntas. Saboreé lentamente un gustillo extraño que por un tiempo olvidé: el de la independencia y la honestidad.
Bonito tópico. Torpe y empalagaso. Pero mío, al fin y al cabo.
Veo el mundo como una gran respuesta a todas mis preguntas de antaño. Alguna vez disfruté de la sofisticada disyuntiva de elegir entre ser yo o disfrazarme bajo la piel de otro. Afortunadamente, no tuve la oportunidad de preferir una respuesta. Lo evidente decidió por mí.
La verdad tiene su belleza, la mentira su ventaja. Como dije antes: a eso lo llamamos vivir.
A mi adoradísimo B. ¿A quién sino?
Carolina Diaz Paz
Arto fantasma
Después del ataque en Santa Cruz de Tenerife, Lord Nelson se lamentaba del insoportable dolor en su brazo derecho. Un día se despierta exaltado y a gritos llama un marinero a su carote. Le expresa:
—Extrañamente hoy no siento dolor, pero mire usted, ¿no le parece que a mi mano derecha le han crecido las uñas?, hagame un manicure.
—¡Sí señor! Respondió obediente. Y sin pérdida de tiempo el subordinado le corta las uñas de la mano izquierda, se las lima y le mete el barniz. “He terminado Mayor”.
— No, no ha terminado, debe usted cortarme las de la otra mano, que están mucho más largas, ¿no vé? ¡Y me rasca con fuerza el brazo porque no soporto el prurito!
—Le recuerdo Mayor, fue amputado...
—Si, aquella materia de carne y hueso, mas, después de haberse liberado de sus resto mortales, ¿no ve usted que le ha quedado el alma?
Alix Fazio Rosales
El lugar del Milagro
Está sentada junto a la ventanilla, iluminado el rostro por una ráfaga de sol, la atención perdida en un libro cuyo título no soy capaz de alcanzar. Es la única del vagón que se defiende de las inclemencias del viaje con un libro. He pasado por otros vagones y no he encontrado sino a un anciano que consume prensa deportiva y a dos alemanas secuestradas por sendos novelones que a juzgar por sus portadas contienen más adulterios que toda la literatura rusa del XIX. Observo a la muchacha y siento la misma extrañeza que he sentido tantas veces: me extraña que no sea envidiada, porque esa muchacha es ahora mismo el lugar donde acontece un milagro antiguo. Puedo imaginar la cabalgata de imágenes que va componiendo en la pantalla de su cerebro mientras su mirada sigue el sendero de la lectura. Ahora mismo, en su interior, pueden sucederse grandes prodigios o pequeñas miserias. Es posible que en el interior de esa viajera Humbert Humbert vuelva a perfumarse pacientemente para bajar al piso de abajo donde lo está esperando, una vez más y van millones desde que la novela de Nabokov se publicara, lo está esperando Lolita con la misma, maravillosa, enigmática inocencia malvada de siempre. Una leve sonrisa en el rostro de la muchacha celebra alguna de las deslumbrantes metáforas con la que Nabokov nos golpea. Pero puede que no, puede que no sea Lolita el libro que lee, puede que esa sonrisa la haya extendido en el momento en que el hombre que fue jueves descubre en la novela de Chesterton que está participando en una inmensa conspiración cuyo sentido último se le escapa.
Tampoco hay que descartar que la sonrisa la suscite la prosa barata de algún humorista televisivo que se ha avenido a publicar un volumen chistoso para tener algo que firmar en una feria del Libro. Da igual: en cualquier caso la sonrisa es hermosa por sí misma. Y prefiero imaginar que tiene un origen prestigioso. Porque esa muchacha se ha convertido, ya digo, en el lugar de un milagro. Un milagro al que todos los demás viajeros -quejosos de las inclemencias del viaje, del aburrimiento, del no saber qué hacer antes de que les pongan una película que los amuerme- renuncian.
Vuelvo a mi asiento y abro el libro que traigo conmigo. Como esa viajera que ha vuelto a sonreír, quizá porque Humbert Humber ha hecho una de las suyas, como un lugar milagroso en cuyo interior trescientos soldados se disponen a morir en las Termópilas, Emma Bovary sueña con una vida menos aplastada por las convenciones, un loco llamado Zaratustra que se ha acogido a las sombras de una montaña dice que no debemos creer en ningún Dios que no sepa bailar, un hombre lee libros de caballerías y entiende que debe abandonarlos para acudir a los caminos a desfacer entuertos y tantas otras historias que están ahí, en nuestro interior, esperando ser talladas mediante la lectura.
Somos el lugar de un milagro antiguo. Que haya tanta gente dispuesta a renunciar a ese milagro en este tren lleno de gente que se aburre, deprime sí, pero no lo suficiente como para apagar la certeza de que ese milagro se está produciendo en este mismo instante en el interior de esa muchacha que, otra vez (¿qué estará haciendo Humbert Humbert ahora en su interior?) vuelve a sonreír.
Emma von Gunten
Repasando los archivos caóticos y desordanos que poseo, tanto físicos como informáticos (aún ando buscando algunos de los ejemplares de papel de la publicación pese a que sé que no todos podré recuperarlos pues desafortunadamente se agotaron)me apareció precisamente el número que andaba preparando cuando otros menesteres me apartaron de el proyecto. Andaba aún en la recopilación de material, cuando sucedió, no obstante tengo una buena cantidad de textos, que paso a mostraros, simulando, de esta forma, lo que podría haber sido ese número 15 de Soterrània (Quaderns de Literatura). Quizás, si algo notaréis a faltar son las imágenes. Espero que de igual modo, os sea grata su lectura.
.
Número 15. Enero Año 2004.
NUEVOS COLABORADORES
EDITORIAL
Ha pasado mucho tiempo desde que saliera a la luz el primer número de Soterrània “Quaderns de Literatura”. Desde entonces muchas cosas han cambiado, todo ha evolucionado y nosotros con el paso del tiempo más. Es por eso que después de dos años de callada espera, volvemos a surgir pero, y teniendo en cuenta las facilidades de publicación y difusión que nos proporciona Internet y que son básicamente gratuitas (siempre hemos defendido la difusión gratuita de este ejemplar, somos una asociación cultural sin ánimo de lucro, es por ello que en ocasiones nuestras ganas de continuar con este proyecto, se han visto truncadas por la cuantía económica que representaba sacar una tirada de ejemplares para su distribución gratuita sin ningún tipo de subvención), ahora con él ánimo renovado, y apoyados por las nuevas tecnologías regresamos dispuestos a, dentro de nuestras posibilidades y limitaciones, mostrar nuevamente las creaciones literarias de nuestros colaboradores, por lo que intentaremos ir mejorando con el tiempo.
Esperamos que os guste lo que os encontréis aquí, y si no siempre tendréis las puertas abiertas, para criticarnos, aconsejarnos y colaborar con nosotros.
SUMARIO
Relato:.Guillermina Díaz
Poema:Ricardo Acevedo
Relato:.Víctor Valledor
Poema:Javier Muñoz Livio
Narración:Mª Isabel B. Rivas
Cuento:Carolina Diaz Paz
Mini cuento:Alix Fazio Rosales
Narración: Emma von Gunten
El contenido de esta publicación pertenece a sus autores. Ellos se hacen responsables de la autoría de los textos.
EL FRUTO PROHIBIDO DE EVA EN EL PARAÍSO
Generaciones venideras renegarán de mí. Seré maldita entre todas las mujeres. Pero soy yo, YO, quien debe decidir. Y mi opción es vivir: ser ante todo y sobre todo, ser. ¿Qué es la vida en este paraíso donde las alimañas no cazan ni paren, donde no hay lucha? Mi alma exige algo más que la contemplación de Dios y su obra. Una contemplación pacífica, muda. El paraíso es una isla donde nada ocurre. Sé que contemplar no es igual a ser pues he probado la fruta del árbol de la vida.
Nadie me tentó. No hubo serpiente ni diablo ni mal. Fue una inquietud íntima por saber que existía además del estado beatífico. Puedo intuir los dolores del parto y la felicidad de tener hijos, la guerra y el hambre, la dicha y la desgracia. Y lo deseo aunque Caín mate a Abel cientos de veces. Aunque ciertos hombres, para denigrar a sus mujeres, inventen que fui creada a partir de una costilla de Adán y le perdí. Para él he ganado la inmensidad de la vida y la muerte porque voy a condenarle a morir pero también a vivir.
Es tan inocente que comerá este fruto que yo le entrego sin preguntas. Y conocerá. Conocerá conmigo. El camino hacia el amor es el conocimiento. Se ama lo que se conoce. Jamás lo que se contempla.
Mi rebeldía contra Dios es que tal vez no me deja amarle. O teme mi amor. Ese que ahora, antes de ser expulsada de este paraíso, no le puedo dar. Le amaré cuando me maldiga y yo le conozca, cuando los animales luchen y el lobo no descanse junto al cordero.
Sólo se puede amar si existe la muerte. Entiéndelo Adán y perdóname porque te condeno a la vida. Mi herencia será la valentía de mi decisión. Entre ser o contemplar yo elijo ser. Ser por toda la eternidad.
Guillermina Díaz Cortés
Poema #1
La balanza se ha roto.
La maldad se apodera del fértil Valle de That,
Donde las flores duermen
(e incluso roncan)
tu cuerpo no teme al castigo
el tribunal tiembla al dictar sentencia
-¿Sabias, que está prohibido hacer el amor en verano?
-¡Si!
Los jorobados y impotentes lanzan piedras sobre ella.
Deforman tu cuerpo con espejos
Mientras se escuchan trompetas.
-El Gran Viejo, ha visto.
Las lenguas venenosas, se tornan rosadas.
Exclaman los ciegos:
-Lo hemos visto.
Los blancos y asquerosos se suicidan en masa.
-“El Gran Viejo ha sido visto, mientras hacia el amor,
con una tierna criatura de nueve años. El primer día de Verano.”
Alguien en silencio ha reparado la balanza.
La maldición, se ha roto.
Pero tu cuerpo sigue descuartizado,
rodeado, de flores, que duermen (... y roncan)
en el fértil Valle de That.
Ricardo Acevedo Esplugas
El gigante de tres manos
Imaginé a un gigante de tres manos que reparte a diestra y siniestra y diestra todo lo que su imaginación requiere.
Palabras hermosas con bellas dedicatorias y románticas actitudes de razonamiento y de caricia ampulosa ante los marcos venidos a sus ojos.
Con la diestra de palabras, con la siniestra aprieta fuerte su bolso con aromas y con la diestra no alcanza a las horas que se le escapan frenéticas.
Lo levantan en andas las madrugadas de hielos consolidados y amanece brumoso con sus tres manos envueltas en hojas de trapecios y de volteretas laminadas de juegos. No es feliz. No es alegre. No es ruiseñor. Es apenas un labrador que ha perdido cosechas consecutivas.
Sembrar y cegar, dos alternativas para su ilusión conmocionada.
Lo han vencido.
Lo han sembrado de oscuras esperas.
Ya no espera.
Ha decidido tomar sus tres manos e irse a beber lejos de los hierros.
El gigante de tres manos no sabe enhebrar la aguja de la conciencia.
Victor Hugo Valledor
¿Existe infierno? ¿Existe Dios? ¿Resucitaremos después de la muerte? ¡Ah! No olvidemos una cuestión fundamental: ¿Habrá mujeres allí?
Woody Allen
Qué cerca sentimos a algunos, que están muertos; y qué muertos nos parecen otros, que aún viven.
Wolf Biermann
La muerte, para el poeta es la victoria.
Luis Cernuda
La Despedida
Estoy pensando en las noches que he deseado leerte este poema.
Tantas noches
sin dormir
esperando tus labios,
tu cuerpo
mi cuerpo junto al tuyo
tu piel en la mía
posándose entre mis versos,
entre mis pétalos,
hermosamente cultivados para sentir tu aliento
marchitarse entre mis lamentos.
Desde Madrid ahora
desde una ciudad desconocida después
desde mi tumba al final.
Y mi fin será también tu fin
Porque ya no he de sentir la voz sedienta de tu teclado.
Y mi voz ahora tan pálida te buscará para huir contigo de mi lecho
lejos, pero tu volverás desesperadamente
tu inmensa dulzura vendrá contigo para regresar con los tuyos
y mi cuerpo tendido
en el silencio
será la paz de nuestro amor eterno.
Así es la vida
así es mi vida junto a la tuya
flores enviadas de tus manos para posarse
bajo mi tumba.
No llores ahora
mi cuerpo atrapado desgarra tus besos para guardarlos desnudos
bajo la noche
bajo tu vestido atormentado
sin mis caricias
sin el roce de mis palabras que susurran
siempre cosas tan lindas al oído.
Secretos que nacen de mi alma
y van a tu alma.
Ahora déjame probar la distancia que nos separa
¿A que sabe este atardecer que ha perdido nuestros sueños?
mi sueño a tu lado
tu sueño... jamás encontrado.
No llores más
sé que la vida a partir de ahora será todo menos nuestras vidas,
nuestros cuerpos inesperados
en un laberinto de flores
esparciéndose en nuestra belleza de hablar.
Tu llanto ahora ha ido volviéndose dulcemente tan mío
pero no quiero llorar
no quiero sentir que ya no estás a mi lado.
Toda mi vida ha quedado junto a la tuya
entre tus labios
entre mis besos
entre la dulzura de amar la felicidad de tu vida.
No cierres los ojos
no hagas nada
siéntate muy cerca
más
la tarde se ha oscurecido
y mis brazos ya no te guardan rencor
puedes besarme (si quieres)
hazlo
quiero que tus labios junto a los míos permanezcan en silencio
no me acaricies
no quiero que lo hagas
sólo bésame para saber de ti
para sentir que aún sigo con vida
para volver feliz a mi tierra prometida.
Y desde allí
la soledad será un placer amargo
una tumba enlazándose bajo la niebla,
bajo la pesadumbre de mi alma.
Prometí vivir
es extraño, no sé por que lo hice (nunca cumplo mis promesas)
pero sé que en algún momento te amé
y este poema es el sueño de mi amor
de mi ternura y toda mi verdad.
Jamás en la vida habrá alguien mejor que yo
sin embargo, soy un héroe sin dicha ni bienestar
todo en esta vida me ha sido impuesto.
Ahora necesito que me abraces
que me digas al oído
cosas que nunca dijiste
hazlo
y busca entre tus sueños mi sueño de quererte
y hazme tuyo con locura
devora mi soledad y duerme junto a las flores
que has traído.
Duerme en mí
en este frío mármol
acércate
acércate más
¿Sientes que estoy allí?
no te vayas
espera que las flores mueran para escribir tu nombre con sus cenizas,
para escribir mi nombre junto a los seres que me han querido.
Javier Muñoz Livio
Luz de Mariposa
En medio de las sombras de la noche emerge una luz tímida en nebulosa y amarilla radiación. Nubes, árboles, tierras en arena. Desde la izquierda un aire abismal sopla entre flautas silbando una escalera figurada. Por ella penden a la derecha formas curvas que se oponen a si mismas en péndulos colgados unidos al vacío.
Desde la nada, el pensamiento es azul índigo que va cubriendo los caminos en repliegue. Aparecen antiguos moldes de alumbramiento y la noche será larga. Con el alba volverán los pasos de la insurrección de los rayos sujetando el puzzle de horizontes circulares.
El Sol observa con ojos somnolientos que calientan los extraños aledaños. Surgen paisajes amarillos, violetas, malvas. De sus inextricadas esencias se revuelven las manos en los contornos y se tiñen de su presencia.
Ahora en los depósitos nocturnos reposa una balsa que proyecta ángeles, flores diminutas, pájaros rojos y flores inventadas de arlequín. Vuelve la visión de las montañas en brusco retroceso y nacen tierras y árboles desconocidos.
Nadie observa. Un alma de sal llega y revuelve las aguas que rebosan en la mañana de la pequeña mariposa. Como un misterio desvelado el crepúsculo asiente y gira en su movimiento de embudo por donde huye el último vestigio de la noche hacia su morada. Olvidado, su manto de azabache reluce entre las piedras.
Ahora, ella está allí. De pie, contempla sus dominios con nuevos ojos, envuelta en su propia mirada de luz de mariposa.
©Bilbao, 2003 ®-I.B.R.
Mª Isabel B. Rivas
El reflejo de Adàn.
Cuando era niño, muchas veces hice preguntas que nadie sabía muy bien como responder. Todas ellas eran incómodas, extrañas, a veces un poco hirientes. No importaba realmente cuál era la respuesta, me gustaba hacerlas solamente para disfrutar de las reacciones de los adultos cuando les suponía un verdadero malestar. Se trataba de un juego cruel, donde yo salía ganando, incluso cuando no obtenía lo que buscaba, que era la mayoría de las veces. Lo que me atraía realmente era la provocación, la posibilidad de romper la absurda pasividad de un mundo uniforme por medio de las palabras. Maravilloso, admirar los matices de la incomodidad de mi padre, la cólera de mi madre. Por un momento, sus rostros se llenaban de un enervante vigor, como si en cuadros olvidados y cubiertos de polvos palpitaran nuevos colores. Aunque era una época muy temprana en mi vida para conceptualizar cuestiones tan sofisticadas como la rebeldía y la sinceridad, sí tenía muy claro una idea: deseaba ignorar las reglas que conocía, mejor aun, deseaba crear algunas nuevas. Tenía la impresión que el mundo necesitaba un nuevo matiz sobre la vieja estructura. Algo así como una bocanada de aire fresco en una habitación excesivamente viciada.
Ah, la inocencia infantil. Que enorme fragilidad guarda en su prístina credulidad. No, el mundo no va a cambiar jamás.
Ni yo tampoco, claro está.
Como adulto, continúo siendo el mismo niño provocador y molesto que alguna vez fui. Solo que ahora, los adultos somos nosotros, los que en alguna ocasión creímos que la humanidad era susceptible a la novedad. Y estos nuevos adultos siguen teniendo en sus expresiones las misma incomodidad y cólera de antaño. Solo yo permanezco incólume, fiel al principio de obtener lo que quiero y vivir según mis principios. Supongo que logré lo que siempre quise. Ser totalmente vertical en mi pensamiento. Bien lo decía Oscar Wilde: “cuando los dioses desean castigarnos, cumplen los deseos”. Yo obtuve el mío, sin duda: encontré la rebeldía mágica, fáctica, irremediable.
Estoy condenado a ser diferente.
Soy un hombre a quién le gustan los hombres. ¿Homosexual es una palabra más especifica?. Tal vez, aunque me parece un poco egoísta, circunscrita a una idea fermentada lentamente en siglos de prejuicio. Aunque parezca un tanto incompresible, no expreso únicamente mi sexualidad a través del sexo. Tampoco la sexualidad es el elemento que me define. Podría decirse que soy como la naturaleza me hizo, aunque eso no hará demasiado feliz a los cautelosos. Así que, por ahora, digamos que el término no me gusta. Pero no tengo otro. Homosexual soy, entonces.
Me gustaría solo ser una persona, un rostro, una mente, un hombre.
Pero eso es soñar demasiado, ¿verdad?
Admito que lo supe desde siempre. Mito: la crianza crea el fenómeno. Para los esperanzados que anhelaban que un ambiente propicio les ofreciera un fraudulenta masculinidad, lamento decepcionarlos. No viví una infancia terrible de humillaciones sin cuento, ni tuve una madre castrante que me hizo odiar inmerecidamente al género femenino. En absoluto. Mi madre era una mujer muy agradable que me dio una crianza afectuosa y mi padre, un caballero silencioso y discreto, totalmente vulgar. Tampoco sufrí una experiencia traumática que me reveló en un instante diáfano la verdad ( ¡Oh miseria!). La cosa fue más sencilla y creo que eso lo hizo más doloroso. Nunca hubo otra elección, duda o pregunta en mi mente y en mi cuerpo. En esencia, asimilé muy lentamente la idea que mi sexualidad era del todo contraria a lo que se esperaba de mí. Tuve el tiempo suficiente para comprender dónde me metía y qué consecuencias tendría el hecho de seguir mis necesidades más básicas. Claro que, siempre hubo la posibilidad de mentir y ocultar, pero eso me pareció mucho peor que expresar mi amor de una manera distinta al resto de mis congéneres. A los diez y seis decidí salirme del camino principal y seguir el mío. No tuve otra posibilidad. Creo que no hubiera aceptado ninguna otra.
Sin embargo y como es natural al principio, la vergüenza me acosó. Tenía motivos, o al menos eso me pareció. Era un degenerado, un perverso, un pecador contra la natura. Luego, intuí que todos los conceptos que la sociedad exponía sobre mí tenían su origen en el miedo. Eso podía comprenderlo. El miedo me era muy familiar. Llevado por el miedo, intenté por todos los medios mantenerme a la sombra, ocultar ese aspecto de mi personalidad, pero por extraño que parezca, la discreción hizo más notorio mi secreto. Me vi envuelto en una serie de mentiras y engaños, que no lograron otra cosa que hacer más evidente ese rasgo que hubiese querido se mimetizara por completo en la normalidad. Me resultó totalmente agotador los inevitables gestos de mi cuerpo hacia lo prohibido, pero ¿Quién podía culparlo? No tenía la menor idea que había decidido contener mi impulso natural, hacerlo menos determinado y ardiente. Para mis manos y mis piernas, mis ojos y mi boca, la exclusión no era una alternativa, sino la providencia definitiva. Y muy pronto, advertí que es imposible contradecir a la naturaleza o enmendarla. La esencia es simplemente la cualidad más profunda del ser. Sin comentarios, sin resistencia. Solo así.
La adultez me llegó como una hermosa paradoja que comprendí con cierto esfuerzo. Había ganado en libertad y sinceridad, pero a la vez, en amargura. Los tiempos de desear una enmienda en el lenguaje general de la sociedad se desvanecieron en el convencimiento que tanto el mundo como yo estábamos totalmente decididos a preservar nuestros ideales más absurdos. La integridad y la dignidad eran valores que ambos apreciábamos, pero que concebíamos en formas distintas. Recuerdo especialmente la primera vez que mi padre me miró a los ojos, muy conciente que su hijo mayor, el primogénito, era alguien totalmente distinto a quién había deseado. Había una tristeza enorme en su mirada, una decepción tan remota y desgarradora que por un momento, sentí el impulso de negar todo lo que había dicho y declararme aquejado de algún mal mental. Pero me contuve. Esa tristeza y esa decepción eran mías, me pertenecían tanto como la satisfacción que sentí al comprender que la verdad es más dura, pero más simple de decir que cualquier otra cosa. Permanecí en silencio frente a él, hasta que el buen hombre suspiró y en silencio, consumió la idea, le dio forma, la enraizó en algún lugar de su mente. Y me aceptó.
No, no estoy hablando de ninguna idea conmovedora. No pude volver a la casa paterna en unos cuantos años, pero al menos, me liberé de la posibilidad de ocultar mi perspectiva vital en una ecuación sencilla y dura que yo no había formulado. La soledad me rompió el corazón y me costó largo tiempo recomponer sus partes. Pero cuando lo hice, supe que había conseguido la firmeza que necesitaba para continuar. La vida es la vida: dura, helada, hermosa, exuberante y así tenemos que aceptarla. ¿Eso es malo, bueno, cómodo, cruel?
Bueno, creo que a eso lo llamamos vivir.
Un día, sumido en uno de esos momentos donde la razón se desvincula de la emotividad, miré el mundo a mi alrededor. Disfruté enormemente de los colores, de la tertulia acompasada de la brisa con los pájaros, de esa belleza que tiene la normalidad y que es tan agradable como conmovedora. Inevitablemente, me hice las preguntas que tantas veces me he formulado en silencio ¿Por qué soy quién soy? ¿Por qué decidir serlo? ¿Tan difícil me hubiese resultado permanecer incógnito, escondido detrás del rostro de un hombre satisfecho, un hombre infeliz, un hombre normal? Había renunciado a muchas posibilidades, había cerrado muchas puertas a mi espalda y me pregunté si había valido la pena. ¿Era valiosa la permanencia de un axioma vital, incluso cuando no hay nada para sostenerlo?
Sentí el inevitable cansancio que se experimenta luego de una larga batalla donde las armas son el prejuicio y la ignorancia. Recordé todas las veces que había tenido que levantar el rostro ante un insulto, las innumerables miradas de recelo que durante años me habían perseguido. Las burlas, el aislamiento, el desconocimiento de mi individualidad. Los conceptos del pasado que se desvanecían porque simplemente dejaban de existir en la evidencia. Tal vez me estaba haciendo viejo. La irreverencia del joven ya no me satisfacía y me encontré recordando todos los momentos de mi vida, buenos y malos, resumidos en una única escena: mi necesidad de ser auténtico y real, de conservar mi dignidad aun en las peores momentos. Y comprendí que mi lucha se limitaba a eso: a mantenerme moralmente firme en mis convicciones, a tener el valor de respirar el mismo aire de mis congéneres sin lamentarlo o disculparme por ello. La victoria puede ser pequeña, probablemente muy esporádica, pero tiene un sentido si brinda la oportunidad de sorprenderse a si mismo de vez en cuando. La autenticidad es un don universal, pero que permanece en secreto, sepultado y ocultado por una vasta tristeza y uniformidad.
Suspiré aliviado. Una profunda sensación de bienestar me poseyó. A pesar de las derrotas y el tiempo transcurrido, escuché la risa de un niño que hacía demasiadas preguntas. Saboreé lentamente un gustillo extraño que por un tiempo olvidé: el de la independencia y la honestidad.
Bonito tópico. Torpe y empalagaso. Pero mío, al fin y al cabo.
Veo el mundo como una gran respuesta a todas mis preguntas de antaño. Alguna vez disfruté de la sofisticada disyuntiva de elegir entre ser yo o disfrazarme bajo la piel de otro. Afortunadamente, no tuve la oportunidad de preferir una respuesta. Lo evidente decidió por mí.
La verdad tiene su belleza, la mentira su ventaja. Como dije antes: a eso lo llamamos vivir.
A mi adoradísimo B. ¿A quién sino?
Carolina Diaz Paz
Arto fantasma
Después del ataque en Santa Cruz de Tenerife, Lord Nelson se lamentaba del insoportable dolor en su brazo derecho. Un día se despierta exaltado y a gritos llama un marinero a su carote. Le expresa:
—Extrañamente hoy no siento dolor, pero mire usted, ¿no le parece que a mi mano derecha le han crecido las uñas?, hagame un manicure.
—¡Sí señor! Respondió obediente. Y sin pérdida de tiempo el subordinado le corta las uñas de la mano izquierda, se las lima y le mete el barniz. “He terminado Mayor”.
— No, no ha terminado, debe usted cortarme las de la otra mano, que están mucho más largas, ¿no vé? ¡Y me rasca con fuerza el brazo porque no soporto el prurito!
—Le recuerdo Mayor, fue amputado...
—Si, aquella materia de carne y hueso, mas, después de haberse liberado de sus resto mortales, ¿no ve usted que le ha quedado el alma?
Alix Fazio Rosales
El lugar del Milagro
Está sentada junto a la ventanilla, iluminado el rostro por una ráfaga de sol, la atención perdida en un libro cuyo título no soy capaz de alcanzar. Es la única del vagón que se defiende de las inclemencias del viaje con un libro. He pasado por otros vagones y no he encontrado sino a un anciano que consume prensa deportiva y a dos alemanas secuestradas por sendos novelones que a juzgar por sus portadas contienen más adulterios que toda la literatura rusa del XIX. Observo a la muchacha y siento la misma extrañeza que he sentido tantas veces: me extraña que no sea envidiada, porque esa muchacha es ahora mismo el lugar donde acontece un milagro antiguo. Puedo imaginar la cabalgata de imágenes que va componiendo en la pantalla de su cerebro mientras su mirada sigue el sendero de la lectura. Ahora mismo, en su interior, pueden sucederse grandes prodigios o pequeñas miserias. Es posible que en el interior de esa viajera Humbert Humbert vuelva a perfumarse pacientemente para bajar al piso de abajo donde lo está esperando, una vez más y van millones desde que la novela de Nabokov se publicara, lo está esperando Lolita con la misma, maravillosa, enigmática inocencia malvada de siempre. Una leve sonrisa en el rostro de la muchacha celebra alguna de las deslumbrantes metáforas con la que Nabokov nos golpea. Pero puede que no, puede que no sea Lolita el libro que lee, puede que esa sonrisa la haya extendido en el momento en que el hombre que fue jueves descubre en la novela de Chesterton que está participando en una inmensa conspiración cuyo sentido último se le escapa.
Tampoco hay que descartar que la sonrisa la suscite la prosa barata de algún humorista televisivo que se ha avenido a publicar un volumen chistoso para tener algo que firmar en una feria del Libro. Da igual: en cualquier caso la sonrisa es hermosa por sí misma. Y prefiero imaginar que tiene un origen prestigioso. Porque esa muchacha se ha convertido, ya digo, en el lugar de un milagro. Un milagro al que todos los demás viajeros -quejosos de las inclemencias del viaje, del aburrimiento, del no saber qué hacer antes de que les pongan una película que los amuerme- renuncian.
Vuelvo a mi asiento y abro el libro que traigo conmigo. Como esa viajera que ha vuelto a sonreír, quizá porque Humbert Humber ha hecho una de las suyas, como un lugar milagroso en cuyo interior trescientos soldados se disponen a morir en las Termópilas, Emma Bovary sueña con una vida menos aplastada por las convenciones, un loco llamado Zaratustra que se ha acogido a las sombras de una montaña dice que no debemos creer en ningún Dios que no sepa bailar, un hombre lee libros de caballerías y entiende que debe abandonarlos para acudir a los caminos a desfacer entuertos y tantas otras historias que están ahí, en nuestro interior, esperando ser talladas mediante la lectura.
Somos el lugar de un milagro antiguo. Que haya tanta gente dispuesta a renunciar a ese milagro en este tren lleno de gente que se aburre, deprime sí, pero no lo suficiente como para apagar la certeza de que ese milagro se está produciendo en este mismo instante en el interior de esa muchacha que, otra vez (¿qué estará haciendo Humbert Humbert ahora en su interior?) vuelve a sonreír.
Emma von Gunten
martes, 2 de septiembre de 2008
miNatura 0. El principio
La sencillez de lo que empieza, una hoja(de 8 1/2 x 11) por delante y por detrás fotocopiadas por mi madre. Unos veinte ejemplares, comenzó a recorrer la Ciudad de La Habana.
ENERO 1999 CIENCIA FICCIÓN, FANTASÍA, HORROR . . . VOL.0
Editores (y todo lo Demas): ACBDo & Orlando J. Rodriguez
INVITADO: JULIO CORTÁZAR
"MANERA SENCILLÍSIMA DE DESTRUIR UNA CIUDAD”
Se espera, escondido en el pasto, a que una gran nube de la especie cúmulo se sitúe sobre la ciudad aborrecida. Se dispara la flecha petrificadora, la nube se convierte en mármol, y el resto no merece comentario.
ENERO 1999 CIENCIA FICCIÓN, FANTASÍA, HORROR . . . VOL.0
Editores (y todo lo Demas): ACBDo & Orlando J. Rodriguez
INVITADO: JULIO CORTÁZAR
"MANERA SENCILLÍSIMA DE DESTRUIR UNA CIUDAD”
Se espera, escondido en el pasto, a que una gran nube de la especie cúmulo se sitúe sobre la ciudad aborrecida. Se dispara la flecha petrificadora, la nube se convierte en mármol, y el resto no merece comentario.
Fuente: “La Vuelta al día en Ochenta Mundos”, Editorial Siglo XXI
"Déja Vú”
En el moribundo mundo de Ezra un venerable sabio rastrea frecuencias, enfoca sus poderosos instrumentos de observación en lejanos sectores del Universo. Donde encontró criaturas inteligentes (tomó anotaciones para un futuro libro), estudió: sus sexos, consignas, pirámides, armas, mentiras, hasta que las criaturas (que parecian tan inteligentes) se exterminaron entre si. El venerable sabio decepcionado (o confundido), dirigió sus instrumentos a otra zona del universo.
ACBDo, Ciudad de La Habana [1969]
“El Dinosaurio”
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
Augusto Monterroso, Guatemala
Cataclismo: árboles que se desgajan y edificios arrancados de raíz. Los hombres vuelan en el huracán y los maremotos arrasan las tierras, pues ha colapsado el campo magnético y cambiado los polos producto del choque. La velocidad de giro de la Tierra ha aumentado en quince veces. Rápidamente avanza al lugar del espacio donde debe caer, empujada por la bola # 8.
Anatomía del Miedo, Yailín P.Zamora
“HISTORIAS DE DRAGONES”
“Cuatro Dragones”
Un artista de renombre pinta el cuadro de cuatro dragones sobre un muro. Cuando le preguntaron porque no había pintado sus ojos el replicó diciendo que si los pintaba ellos saldrían volando. Siendo apresurado para terminar su trabajo él pintó los ojos y los dragones inmediatamente rompieron el muro y escaparon volando.
“Nubes y Dragones”
Las nubes deben su carácter divino a los dragones; Los dragones no deben su divinidad a las nubes. Sin embargo independientemente de los dragones las nubes no quieren ser parte de esta divinidad. Si ellos perdieran esa divinidad entonces quedarían dependiendo de ellas, perderían realmente sus riquezas? Extraño! Que ellos dependan de algo creado por ellos mismos. El Libro de los Cambios dice: “Las nubes emanan de los dragones”
Tomado de “The Dragon Book” recopilado del Chino por E. D. Edwards [1ed. 1938] (tr. por ACBDo)
POESÍA:
“Niña de la Noche”
Ya la noche se acuesta
callada sobre el mar,
con su horadada manta
cubre su desnudez
y deja que el oleaje
la meza en un arrullo.
Ya la niña a los aires
que enfrían el litoral,
tan ajenos,
exhibe su vasta esplendidez
y un festín de temblores
se ofrece en un susurro.
Dime niña qué sabes
del verbo porvenir?
¿Te han hablado siquiera
de la voz salvación?
O ¿es que sólo conoces
los reclamos presentes
que a gritos dan al cuerpo
con estruendo mayor el hambre
y el deseo, la vanidad y el tedio?
Yo te invito a que un día
le indagues el sabor
a las sobrias palabras
que en el fondo de un libro
para hacernos divinos
el amor nos dejó.
Roy Jorge
“MANERA SENCILLA E INTELIGENTE DE LEER MINATURA”
Como toda publicación seriada (o seria), que se respete tenemos reglas muy estrictas (o sea violables):
1. Esta publicación no es de carácter comercial. No existirá bonificación monetaria alguna a los Editores o colaboradores.
2. Sólo publicará textos que posean: Intimidad, Encanto y Misterio, de una cuartilla o menos.
3. Las Obras podrán ser de cualquier región del planeta (que San Copyright tenga piedad de nosotros!), de escritores de cualquier edad, raza o sexo.
Los Editores
Espere nuestro próximo Número
"Déja Vú”
En el moribundo mundo de Ezra un venerable sabio rastrea frecuencias, enfoca sus poderosos instrumentos de observación en lejanos sectores del Universo. Donde encontró criaturas inteligentes (tomó anotaciones para un futuro libro), estudió: sus sexos, consignas, pirámides, armas, mentiras, hasta que las criaturas (que parecian tan inteligentes) se exterminaron entre si. El venerable sabio decepcionado (o confundido), dirigió sus instrumentos a otra zona del universo.
ACBDo, Ciudad de La Habana [1969]
“El Dinosaurio”
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.
Augusto Monterroso, Guatemala
Cataclismo: árboles que se desgajan y edificios arrancados de raíz. Los hombres vuelan en el huracán y los maremotos arrasan las tierras, pues ha colapsado el campo magnético y cambiado los polos producto del choque. La velocidad de giro de la Tierra ha aumentado en quince veces. Rápidamente avanza al lugar del espacio donde debe caer, empujada por la bola # 8.
Anatomía del Miedo, Yailín P.Zamora
“HISTORIAS DE DRAGONES”
“Cuatro Dragones”
Un artista de renombre pinta el cuadro de cuatro dragones sobre un muro. Cuando le preguntaron porque no había pintado sus ojos el replicó diciendo que si los pintaba ellos saldrían volando. Siendo apresurado para terminar su trabajo él pintó los ojos y los dragones inmediatamente rompieron el muro y escaparon volando.
“Nubes y Dragones”
Las nubes deben su carácter divino a los dragones; Los dragones no deben su divinidad a las nubes. Sin embargo independientemente de los dragones las nubes no quieren ser parte de esta divinidad. Si ellos perdieran esa divinidad entonces quedarían dependiendo de ellas, perderían realmente sus riquezas? Extraño! Que ellos dependan de algo creado por ellos mismos. El Libro de los Cambios dice: “Las nubes emanan de los dragones”
Tomado de “The Dragon Book” recopilado del Chino por E. D. Edwards [1ed. 1938] (tr. por ACBDo)
POESÍA:
“Niña de la Noche”
Ya la noche se acuesta
callada sobre el mar,
con su horadada manta
cubre su desnudez
y deja que el oleaje
la meza en un arrullo.
Ya la niña a los aires
que enfrían el litoral,
tan ajenos,
exhibe su vasta esplendidez
y un festín de temblores
se ofrece en un susurro.
Dime niña qué sabes
del verbo porvenir?
¿Te han hablado siquiera
de la voz salvación?
O ¿es que sólo conoces
los reclamos presentes
que a gritos dan al cuerpo
con estruendo mayor el hambre
y el deseo, la vanidad y el tedio?
Yo te invito a que un día
le indagues el sabor
a las sobrias palabras
que en el fondo de un libro
para hacernos divinos
el amor nos dejó.
Roy Jorge
“MANERA SENCILLA E INTELIGENTE DE LEER MINATURA”
Como toda publicación seriada (o seria), que se respete tenemos reglas muy estrictas (o sea violables):
1. Esta publicación no es de carácter comercial. No existirá bonificación monetaria alguna a los Editores o colaboradores.
2. Sólo publicará textos que posean: Intimidad, Encanto y Misterio, de una cuartilla o menos.
3. Las Obras podrán ser de cualquier región del planeta (que San Copyright tenga piedad de nosotros!), de escritores de cualquier edad, raza o sexo.
Los Editores
Espere nuestro próximo Número