miércoles, 8 de octubre de 2008

Soterrània nº 14. Parte 2

Sigo con la edición del número 14 de Soterrània, último número real de la edición en papel, y lo hago con una idea que desdice lo que había pensado anteriormente.
La idea es la siguiente, una vez en mi mano los número del boletín, que he encontrado en casa, he caído en la cuenta que lo mejor será, una vez haya subido este al completo, comenzar por el primero hasta llegar al enorme hueco que ha dejado el paso del tiempo. En mi poder se encuentra los números: 1, 2, 3, 4, 5, 11, 13, y 14. Así que mientras consigo o no encontrar los número que me faltan para poder hacerle verdadera justicia al Soterrània (Quaderns de literatura), me parece más interesante comenzar por el principio, en el que encontraréis mayor número de textos en valenciano.
Os dejo ya con esta segunda parte del número 14.



Soterrània, Quaderns de Literatura N° 14 Año 2.002

Edita: Col-Iectiu d'Amants de la Comunicació Alternativa¬
Dibujo portada: Daniel Schallbetter (Neuquen-Argentina)
Sumario 2ª parte:
Carmen Rosa Signes Urrea (Castellón)
Eva Val
Juan José Vargas Camejo (Colómbia)
Juan A. Madariaga (Santiago de Cuba-Cuba)
Emestina Gladis Bionzoni (Cuba)
Carlos Garcia Núñez (Madrid)
Vicente Gasco
Manolo Benages (Castellón)
Eduardo Hemandez Paredes
Ana Rosa Gutierrez (La Habana-Cuba)


Esfuerzos del alma
Mención aparte merecen los esfuerzos que empleamos los mortales en salvar nuestra alma, cuando el mundo que nos envuelve está impregnado de una crueldad impropia de las bestias, pero que a nosotros, hombres que luchamos por la fe, nos halaga.
¿Qué haremos cuando todo esto se acabe? ¿Adónde habrán ido nuestras plegarias? ¿Se nos concederá realmente la absolución, por unos crímenes iguales a los de aquellos a los que hostigamos y condenamos?
¿Es nuestra fe mejor que la de ellos?
¡Señor, contesta esta duda!
Persigo a aquellos que dañan lo que creo, pero una idea me asalta y me perturba. Sé que es por la fe por lo que luchan estos infieles, no por la gloria. Si nosotros hacemos lo mismo, luchamos por algo que no es de este mundo.
Puede que ahora, en este mismo momento, mirando en la dirección en la que proyectan sus credos, alguien como yo se pregunte y se torture con los mismos pensamientos. Del mismo modo, por miedo a las consecuencias de negar esa fe ciega, que ajena a nosotros nos contempla desde lejos, desoiga su conciencia que le advierte y le grita que: ¡es inútil esta lucha! ¡Todos somos iguales! Y una vez concluidos sus rezos, se adentre en esta espesura de violencia en la que hemos convertido el mundo, en nombre de un Dios que tan sólo alcanzaremos una vez abandonada la vida. Quizás más pronto de lo que esperamos.
Quién nos dice que no nos encontraremos ocupando el mismo espacio, a derecha e izquierda, arriba y abajo, de un Dios-Alá que nos observa...
Fragmento de: “El Guerrero errado”. Carmen Rosa Signes Urrea (Castellón)


SER DE...
Podría ser de cuento
o de leyenda,
de algas o de sal.
Pordría ser de tela
o de madera.
Podría ser de cal
No me importaría
que fuera de bronce
de hierro o de latón.
No ambiciono el lucro
pero de oro y plata
estaría mejor.
Ser de algún material aislante
que se mire y no se pueda tocar.
Podría ser de agua
o ser de nieve.
Podría ser más frágil,
de cristal.
Podría ser tan solo
un dibujo animado
una imagen en pantalla
una toma, una voz.
De plástico, de goma
un muñeco,
de lana, o de cartón.
Podría ser un sueño
ser un hobbit
sólo un papel escrito,
una canción,
de mentira, de broma
de jugete.

Entre el humo y el frio
una visión.
Ser un bloque de hielo,
una estatua,
ser de roca, de piedra
de hormigón.
Ser un juego de luces
ser de barro,
ser de caña, de hojas
de algodón.
Me pareció tan dulce,
tan lejano
ideal no,
fue mucho mas que eso.
Me pareció ser cálido,
ser rústico.
Pero me temo que solo es
de carne y hueso.
Eva Val


ROMANCE DE SELVA Y RIO
Sírvame otra sobredósis
de esa arpa cura neurosis
que me brinda la alegría
del caballo en su galope
y de ese largo mirar
de la sabana azucena
para cantarle una copla
a una bonita morena
romance de selva y río
romance de sol y brisa.
Hermosa mujerlIanera
porque naciste en Arauca
no quiero esa soledad
que me revuelca en la hamaca
ni esa canción de cigarras
que se me sube a la espalda
lIenándome los caminos
de una tediosa distancia...
yo no quiero el papel blanco
y lo lleno de palabras.
Traigo la esperanza verde
como el mar en la mañana
te traigo flores del campo
y aromas de la montaña
tengo cansancio de voces
y sed de amor en el alma
para decirte cantando
¿compañera, me acompañas?
Te contaría las historias
del pescador y de su alma
la del príncipe feliz
la golondrina y su estatua
y al meterte en mi chinchorro
porque yo no tengo cama
dejaría de preguntarte
¿Compañera, me acompañas?
Juan José Vargas Camejo




MUÑECA DE TRAPO
Un tibio día de marzo,
¿el año?, puf, hace un montón,
mi corazón de niña
tembló de pura emoción.
Huesudas manos morenas
Perfumadas de bondad,
y una muñeca de trapo
Me dieron la felicidad.
Muñeca blanquita
Color de gorrión,
Rellena con lana
de un viejo colchón.
Sus ojazos saltones
Marrón y dorado miel
Eran dos botones gordos
De un abrigo de Samuel...
Muñeca de trapo,
Boquita bordada,
De trenzas muy largas
Grises y azuladas
Tenia un vestido
Con un dibujo de olas,
Fue una linda blusa
De la tía Carola.

Muñequita larguita
con bonete de hada.
A mi fantasía
le hizo crecer alas,
Fue mi compañera
En juegos y siestas,
me visitó en sueños
y fue una fiesta.
La dueña de la casa
a todos comvidaba
Pastelitos de hojaldre
que ella amasaba.
y mientras servía
Su hija recitaba
Los versos del padre
que atento escuchaba.
Sonriendo a Doña Carmen
Yo le agradecía.
El regalo hermoso
que me conmovía.
Irma, son recuerdos
Que nos hermanan,
De pronto emergieron
Del fondo del alma.
Ernestina Gladis Biazoni


Agonía, perturbación, asfixia,
suicidio, agitación, alarmismo interno,
vacío, sacrificios de hadas ...
Todo lo tengo yo.
De todo puedo tertuliar
en sillones de opio de ambiente,
alardeando de ser un excremento,
un chistoso vómito de almuerzo
que se devuelve en libros y poesías.
Tristeza, aflicción, hastío,
taquicardia visual,
aleluyas de terror.
Un catedrático de lo peor,
un desalmado compositor de cieno
que fabrica estrofas clásicas
con espuma y ceniza de muerto.
Un caso clínico de histeria
reducido a una habitación
de pensamiento crítico,
alejado de las rues de gentío,
obligado a tocar el arpa
en funerales de amistad y frescor.
Desastre, extrema
pobreza de eyaculación,
alarma de estruendo concertado
con el músico de la funeraria.
Si teméis a la Muerte,
venid a mi lado.
Yo os contaré historias de entierro,
de Uvis de fusilamiento
aderezado con polvoras de mantecado
panificado en chistes
sobre la erosión del tiempo,
Dudas, oscuridad,
elucubración, martirio,
siega de párpados de candor.
Atraigo la peste,
la flagelación de espaldas sangrantes,
el curso natural de la daga
al coger carrerilla
para clavarse en tu corazón
fabricado de grisú.
Una foto de cada mal,
una tesis de cada sufrir,
un montón de ventanas averiadas
por el niño pequeño
recién salido de la incubadora,
y que ella quiere volver.
Carlos Garcia Nuñez


SONETO DE LA IDA DE LA FLOR
Hasta mi arena te condujo el viento
y lanzaste el ancla en suave almohada
caliente, húmeda de agua ondulada,
bahía en calma, sosegado aliento.

Presagio de abatido pensamiento
naufragó el poema en la marejada.
Pero tú, flor de verso amamantada
echaste raíz hasta en el lamento.

Murmullo fatal de una caracola
loco mensaje de amar con locura
de amor, que en la orilla escribió una ola.

y ahora que la playa queda sola,
este mar de estrofas que la ternura
perdió, mira irse a la amapola.
Vicente Gascó


Espacios infinitos que duermen
en sosegada penumbra
se desdibujan como nieblas
perdidas en un valle,
como un lejano lamento
se diluyen en la atmósfera
y sólo queda el eco
reflejado en las pupilas
del que espera.

Sensaciones lisas como esferas,
ténues, suspendidas en las cejas,
aguardan turno
para deslizarse por el tiempo
hasta convertirse en recuerdo.

Arropada por el vacío
dormita la tristeza;
que pase de puntillas la esperanza,
que no la despierte,
que duerma.

Que el angel-olvido de tu imagen
en sacra hoguera
haga arder la memoria
y esparza las cenizas
hasta anegar el recuerdo.

Como flores enfermas
nacerán sonrisas entre mis dedos,
anidarán lejos de tí mis lágrimas
y tus ojos ya por siempre
dejarán de serme eternos.
Manolo Benages


SIGO VIENDO CON ENVIDIA LAS AVES MIGRATORIAS DE CADA INVIERNO
Bocas en el camino
difíciles para demoler
manos sin fuerza
se niegan a la inútil rutina
de castigar lo inconmovible
la ira impotente
se acumula en las palabras
los pensamientos sensatos
caminan cabizbajos
sopla una brisa
anuncia mejoras en el tiempo
de la misma forma que llega se va
continúa la pereza compañera del abandono
la alegria voló con las últimas esperanzas
la misma imagen se repite cada día
reposando sobre el cansancio
exige lo imposible
sólo lo que pide las fuerzas
no pueden realizar
debe haber una lluvia
que purifique la razón
algo misterioso que brote de tanta espera
para que revivan los huesos cansados
y vuelva a la luz
Eduardo Hernandez Paredes


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